Junto al affaire Mejuto-Flores y el gol del Atlético en El Madrigal, la posible compra de la plaza que el Valladolid está a punto de asegurarse en Primera se ha convertido en el tema de moda en el fútbol.

Según han publicado distintos medios en las últimas horas, varios equipos o grupos empresariales estarían interesados en hacerse con esa plaza. En los rumores se cita a un grupo de industriales riojanos, que querrían ver de nuevo a un equipo de la provincia en Primera -Logroñés Club de Fútbol y Club Deportivo Logroñés militan en el grupo II de Segunda B- y también a un grupo de empresarios guipuzcoanos, que tratarían así de hacer frente al posible descenso de la Real.

Lo cierto es que la posibilidad -ya materializada en otros deportes y con ejemplos bien cercanos- existe, después de que en julio de 2006, mediante el Convenio de Coordinación entre la Federación Española y la Liga de Fútbol Profesional, los clubes acordaran un espacio reglamentario mediante el que tienen la posibilidad de vender sus derechos de participación en la competición profesional.

Lo cierto es que el presidente del Valladolid Carlos Suárez aseguró ayer que «no ha habido contactos» con ningún grupo empresarial, para vender su plaza, aunque tampoco cerró las puertas a esta opción. «Esto no quiere decir que las pueda haber, dado que es una posibilidad real», aseguró.

La opción, sin embargo, puede acabar enfriándose, después de que la Junta de Castilla y León expresara ayer su apoyo a la directiva y propietarios del club para garantizar que la plaza de Primera se quedará en la ciudad cuando se confirme oficialmente su ascenso.

«Mal precedente»

Mientras tanto, en la Real, uno de los equipos directamente afectado por los rumores, la respuesta llegó por parte de Iñigo Díaz de Cerio, al que no le convence la posibilidad. «No conozco mucho el tema, pero entiendo que se crearía un precedente malo ya que sería subir un equipo para luego venderlo y se perdería lo que es el deporte, cuando ya hay bastante de negocio en él», aseguró el delantero.

En lo que respecta al plano puramente deportivo, la penúltima sesión de la semana se dedicó ayer a la recuperación. En la misma participó el lateral del segundo equipo Balenziaga, mientras se ausentaron Jesuli y Skoubo, que siguen con su proceso de recuperación.

La plantilla realizará hoy un último entrenamiento antes de viajar a Sevilla. Será en Zubieta, a partir de las 10.30 horas y a puerta cerrada.