Jefes tribales reunidos en una Shura (Asamblea) en el distrito de Sangin, en la provincia sureña de Helmand, denunciaron la muerte de al menos 60 civiles en los bombardeos de la OTAN de los últimos días en la zona.

«Investigamos estas denuncias», se limitó a señalar un portavoz de la OTAN, que sí anunció la muerte de 35 afganos a los que presentó como talibanes en un ataque aéreo de cobertura a sus tropas en el transcurso de duros combates cerca de la localidad de Kaj Gerd, en ese mismo distrito.

Combates que tienen lugar una semana después de que la propia OTAN anunciara haber recuperado el control de esta localidad. En su recuento no incluyó eventuales bajas propias o relativas a las milicias afganas que colaboran con los ejércitos extranjeros en la lucha contra la resistencia.

Miles de soldados de la OTAN y de colaboracionistas nativos participan desde el 6 de marzo en la hasta ahora mayor ofensiva militar aliada en el sur del país, que tiene como escenario la provincia rebelde de Helmand, mayoritariamente bajo control de la guerrilla talibán.

La OTAN anunció asimismo la pérdida de un helicóptero «por un problema mecánico» en la provincia oriental de Ghazni.

Más bajas aliadas

La OTAN reconoció haber perdido a otro de sus soldados en un enfrentamiento con la guerrilla en el sur.

Desde el pasado domingo, una docena de soldados aliados, la mayoría canadienses, han muerto en ataques y enfrentamientos con la resistencia en el sur del país.

El pasado miércoles la OTAN confirmó duros combates en la provincia de Zabul y reivindicó la muerte de otros 35 talibanes.