Las inundaciones han dejado de ser, por su frecuencia, algo extraordinario en Nafarroa
Tanto el sindicato agrario UAGN como el Gobierno de Nafarroa coincidieron ayer al mostrar su preocupación porque, dada su frecuencia, las inundaciones han dejado ser algo «extraordinario" en el herrialde.
GARA |
Además de la gran riada de 2004, en los últimos cinco años se han registrado en territorio navarro dos desbordamientos de importancia. Aunque con diferentes enfoques, estos datos hacen coincidir a la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) y a Alvaro Miranda, consejero de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones del Gobierno de Nafarroa, en un mismo análisis: las riadas han dejado de ser algo extraordinario en este territorio.
«Si esto ocurriera cada veinte años, asumiríamos nuestra parte, pero si las riadas son en 2003, 2004 y 2007 es que algo falla», aseguraba ayer el presidente de UAGN, Angel Eraul, cuando anunciaba que el sector reclama que sea la Administración la que asuma la totalidad del coste de la reparación de las infraestructuras en parcelas dañadas por las inundaciones.
Eraul afirmó que lo sucedido tiene su origen no sólo en las fuertes lluvias, sino también en el estado de los cauces, «que están cada vez más ciegos». Al respecto, aclaró que en el año 2004 el caudal del agua llegó en Castejon a 3.400 metros cúbicos por segundo; «ahora han sido 2.800 y, sin embargo, se ha desbordado igual».
La UAGN reclama la creación de un órgano de seguimiento y control de los cauces de los ríos durante todo el año y «más competencias para el departamento de Agricultura en materia medioambiental, porque no vemos coordinación entre Medio Ambiente y Agricultura».
Elevar la N-113
Por su parte, el consejero Alvaro Miranda aseguró que «las inundaciones ya no son extraordinarias, porque lo que se produce cada cinco años deja de ser extraordinario» y añadió que este hecho debe llevar a «una reflexión importante en todo lo que es la gestión del río Ebro, para ver por dónde se puede mejorar y para ver hasta dónde hay que estar preparado».
Miranda anunció, además, que pretende elevar la carretera N-113 para evitar su inundación, lo que costaría a las arcas del Gobierno de Nafarroa más de cuatro millones de euros.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Navarra (UPA) ha reclamado al Gobierno foral que «acelere» las tasaciones de los daños producidos por la riada en los cultivos, invernaderos y granjas, y «las realice al menos con la misma celeridad» que hace con las infraestructuras públicas.
El sindicato agrario recordó que éste último ha sido para el sector «un año desastroso en cuanto a ingresos, por el bajo precio de los productos agrícolas y ganaderos», por lo que considera que «sería de justicia que, por una vez, se equipare el tratamiento a los daños sufridos por las explotaciones familiares al que reciben otras entidades de carácter público, ya que, de lo contrario, los agricultores y ganaderos afectados se pueden ver con serios problemas económicos».
En opinión de la UPA, sería conveniente una moratoria amplia para la declaración y justificación de la PAC, «puesto que hay parcelas ya declaradas que no se sabe si se podrán dedicar a los cultivos que estaban previstos». También reclama la «inmediata devolución del impuesto de carburantes agrícolas», que ya se ha llevado a cabo en el resto del Estado español.
