Empujados por el encarecimiento del Ocio y Cultura y Vestido y Calzado, los precios experimentaron un importante crecimiento en Euskal Herria en marzo. Nafarroa fue el herrialde más inflacionista al sur del Bidasoa, al registrarse un incremento de 1,3 puntos, cuatro décimas por encima del arrojado por Bizkaia y Gipuzkoa y siete décimas por encima de Araba. La tasa interanual se situó en el 2,6% en Alava y Bizkaia, mientras en Gipuzkoa se estableció cinco décimas por debajo, en el 2,1%. El IPC acumulado alcanzó en Bizkaia el porcentaje más alto (0,3%), mientras en Gipuzkoa y Nafarroa fue del 0,2% y del 0,1% en Araba.

Los transportes, aupados por la escalada al alza de los precios del petróleo, y las comunicaciones también contribuyeron al aumento del IPC de marzo.

El secretario general UGT Euskadi, Dámaso Casado, consideró que el crecimiento del IPC es «un mal dato», por lo que reclamó un control «mucho mayor de los precios».

En declaraciones a Radio Euskadi, Casado indicó que el encarecimiento de los precios supone una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, «fundamentalmente, porque los salarios tienen un ritmo de crecimiento lento».

«Cuando el IPC sube, suben todos los precios de lo que consumimos, y como los datos del IPC son negativos, debe haber un control mucho mayor, porque no se puede estar mirando sólo a cuando suben los precios energéticos o del petróleo», argumentó.

CCOO de Euskadi mostró su preocupación por estos datos, ya que son «los artículos de primera necesidad son los que mayor incremento han sufrido». En este sentido, exigió medidas para controlar «los sectores causantes de la escalada de precios» y reivindicó que «la mejor rebaja de impuestos es el control de los precios y no las rebajas fiscales recientemente aprobadas».

Desde Nafarroa, Pilar Arriaga, secretaria de Acción Sindical y Comunicación de CCOO, consideró que el dato del IPC «lastra la competitividad de los bienes y servicios, algo en lo que sin duda redunda la mala calidad de nuestro tejido productivo que se centra excesivamente en la construcción y el turismo».

En el Estado español, los precios subieron un 0,8%, lo que situó la inflación acumulada en el 0,1% y la tasa interanual en el 2,5%, una «muy buena cifra», aunque «peor de la que esperábamos», según indicó el vicepresidente segundo del Gobierno español, Pedro Solbes.

También el secretario de Estado de Economía, David Vegara, consideró «positivo» el dato de marzo, «especialmente en cuanto a la reducción en tres décimas de la inflación subyacente».

El precio del petróleo

Afirmó que «no es descartable» que la inflación baje del 2% en el primer semestre del año, aunque admitió que debido al incremento de los precios del crudo, «sí es más difícil ahora que hace dos meses».

Reconoció que «la reciente evolución de los precios del crudo puede tener como efecto una menor reducción a la anticipada en el IPC en los próximos meses».

En el Estado francés, los precios subieron un 0,4%, lo que situó la tasa de inflación interanual en el 1,2%, según los datos dados a conocer ayer por el Instituto de Estadística francés (INSEE). La subida de los precios del vestido y el calzado (+6,8%) tras las rebajas de invierno y los de la energía (+1,6%), en particular los productos petroleros (+2,6%) fueron los principales responsables de la subida de los precios. En menor medida contribuyeron los alquileres y servicios de agua y recogida de basuras (+0,3%).

En el otro extremo se situaron los transportes y comunicaciones, cuyos precios bajaron un 0,7% en marzo, lo productos sanitarios (-0,5%) y los alimentos frescos (-0,2%).

El IPC armonizado, que permite comparar la evolución de la inflación en el Estado francés con otros países de la Unión Europea, creció un 0,5%.