Cuando Bertín Osborne presentaba «Lluvia de estrellas» en Antena 3, varias veces aseguré que se trataba de uno de los mejores espacios de cantantes en vivo, y que se convertía el programa en una opción de variedades más que solvente. Ahora, después de unos quinquenios, ha vuelto el programa a nuestras pantallas, desde la primera estatal y con una presentadora que tiene profundidad en la mirada. Es el mismo programa, el mismo espíritu, y hasta las mismas imitaciones. Porque hay que recordar que este espacio es una especie de pre OT. Es menos pretencioso, pero en ocasiones más adecuado a los objetivos finales de proporcionar unas dos horas de televisión con músicas y cantantes. Sigue siendo una buena muestra de televisión familiar. Una caverna de arte, una fórmula para ir descubriendo talentos ocultos. Y bastante menos agresivo y con mucha menos parafernalia que el OT de los gritos.

Repaso las líneas anteriores y me parece que estoy atravesando una bajada de tensión rigorista. ¿El revuelto de perretxikos me ha dejado tan condescendiente? Y entro en una lucha desopilante con las voces que me resuenan en la cavidad craneal. ¿Se le debe pedir más a la televisión? ¿Qué espera cada uno de su electrodoméstico totémico los viernes sin cena de amigos? ¿No tienes decenas de opciones en el mando a distancia como para que te pongas tan pureta? Así sigo. No sé si presentarme al programa de arriba para imitar a Leonardo Dantés ahora revivido poniendo letras al himno español con Wyoming en «El Intermedio».

«CQC» está en un buen momento creativo. Lleva varias semanas en los que no hay casi ni un minuto de desnivel, todos los reportajes, todas las intervenciones tienen buen contenido y están muy bien montadas técnicamente. Los gestos con famosos para ejercer la solidaridad funcionan sin moralinas, con humor, restándole liturgia de caridad para añadirle valor de acto político. Van a desplazar a los chicos de negro de día, para volverlos al domingo un lugar donde hace muchos años empezó su despunte, su camino a la fama hasta que se encontraron con Aznar y los disolvieron. Por cierto CQC fue el programa más visto la noche del viernes. ¿A que mola?