La de ayer fue la segunda vez que la Asociación de Familiares de Fusilados en la guerra del 36 y la del Pueblo de la Viudas de Sartaguda organizaban el acto en recuerdo a los fusilados «en defensa de la república». Y al igual que en la primera ocasión, fueron por encima del millar las personas que asistieron al acto en la Vuelta del Castillo, el mismo escenario en que muchos de los homenajeados fueron abatidos a balazos hace ahora siete décadas.

El acto comenzó con el recuerdo a esos 298 fusilados en Iruñea y a los 3.280 que se contabilizaron en todo el territorio navarro. Tras las palabras de miembros de ambas asociaciones convocantes del acto -en la que hubo constantes alusiones al ya cercano Parque de la Memoria de Sartaguda- y la lectura de las cartas que uno de los todavía entonces presos mandó a su mujer e hijos, se procedió a descubrir una placa conmemorativa en la que se leía «Iruñean Errepublika defendatzeagatik fusilatutakoen oroimenez/A la memoria de los fusilados en Pamplona por defender la República». La placa no está fija, pero los convocantes confían en que para el 2008 sí lo esté.

«Con la mano tendida»

Tal y como recordaron tanto en la presentación del acto de este año como durante la celebración del mismo, el homenaje se promovió sobre todo para «cubrir el vacío del Ayuntamiento de Pamplona», ya que éste, criticaron, «sigue negando el reconocimiento público» a todas esas personas fusiladas, pese a que entre ellas había incluso siete concejales del Consistorio iruindarra.

El acto servirá, recordaron, para «recuperar la dignidad de los fusilados». «Y porque no podemos dejar que la historia la escriban sólo los vencedores», añadieron.

Asun Larreta, miembro de la Asociación de Familiares de los Fusilados, insistió en recuperar la memoria histórica y los valores republicanos, y recordó que recientemente han presentado en el consistorio que dirige Yolanda Barcina, por cuarta vez, una moción en la que solicitan un reconocimiento a esas personas muertas por defender «la justicia social, la libertad, el progreso y la igualdad». «A pesar de que el Ayuntamiento sigue dando la espalda, nosotros seguimos tendiendo la mano», apuntó, tras lo que preguntó: «¿Quién ha apostado de verdad por la reconciliación? ¿Porqué UPN y CDN no estuvieron a la altura del Ayuntamiento?».

Juan Carlos Espinosa, de la Asociación Pueblo de las Viudas de Sartaguda, apuntó que el de ayer era un día, además de para el recuerdo y la memoria de los familiares, también para la satisfacción y el compromiso. El primero, dijo, porque «a pesar de todos los sinsabores y trabas, el Parque de la Memoria de Sartaguda es ya una realidad» y se espera esté finalizado en un mes. El compromiso, en cambio, aseguró que será necesario porque todavía no se ha llegado a cubrir todo el gasto que supone el parque -señaló que falta alrededor del 20%-, por lo que invitó a toda la sociedad a colaborar en el proyecto mediante la adquisición de bonos.

En el acto también participó Roberto Rocafort, hijo de Javier Rocafort, cuyo cuerpo, al igual que el de muchos otros, todavía no ha sido encontrado. El familiar leyó, bajo una sentida melodía interpretada con un violín, dos cartas llenas de afecto y cariño que su padre envió a su esposa e hijos -Roberto y Angeles, de dos y cuatro años respectivamente-, para tratar de tranquilizarlos.

Al acto de Iruñea -también los hubo ayer en localidades navarras como Tutera, Corella, Altsasu, San Adrián, Alesbes, Faltzes o Kaseda-, acudieron entre otros representantes de la izquierda abertzale - Pernando Barrena-, IUN -Ion Erro- y los partidos de Nafarroa Bai -Uxue Barkos, Maiorga Ramírez y Patxi Zabaleta-.