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Otegi destaca en el TSJPV que «no es un problema jurídico, sino político»

Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia, así como Patxi López y Rodolfo Ares, se vieron obligados a comparecer ayer en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ante el juez instructor Roberto Sáiz. El motivo, la reunión política mantenida el año pasado en un hotel de Donostia. Una vez más, Otegi volvió a exigir «la desactivación del origen de estos problemas: la Ley de Partidos".

Beñat ZARRABEITIA |

La causa abierta por un supuesto «delito de desobediencia» a raíz de la celebración de reuniónes de carácter político contra 5 militantes de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, Rufi Etxebarria, Olatz Dañobeitia, Pernando Barrena y Juan Joxe Petrikorena, el lehendakari Juan José Ibarretxe, y los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares vivió ayer un nuevo capitulo en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).

Ayer el turno para declarar correspondió por un lado a Otegi, Etxeberria y Dañobeitia, y por otra, a López y Ares. Todo por la reunión que mantuvieron en julio de 2006 en Donostia.

La jornada estuvo marcada por los retrasos, ya que varias de las partes, incluido el traslado de Olatz Dañobeitia desde la cárcel de Langraitz -a donde fue trasladada el miércoles desde la prisión gallega de A Lama¯, se demoraron por el monumental colapso circulatorio que afectó ayer a los alrededores de la capital vizcaina.

La izquierda abertzale había llamado a sus militantes y simpatizantes a las 9.30 para participar en una concentración, bajo el lema «Prozesu eta hauteskunde demokratikoen alde», en la entrada al TSJPV por la calle Berroeta Aldamar.

Eso sí, no pudieron pasar de la acera de enfrente, ya que la Ertzaintza desplegó un cordón, además de numerosos agentes de paisano, que impedía a los concentrados acercarse a las puertas del recinto judicial.

Los primeros en acercarse al tribunal fueron los representantes del Foro de Ermua, entre ellos Antonio Aguirre, ex concejal del PSE, y que hace varias semanas saltó a los medios tras recibir una patada en los testículos por un simpatizante del PNV. Ayer, fue silbado por parte de los simpatizantes de la izquierda abertzale, que permanecieron por espacio de más de una hora ante el TSJPV.

Sobre las 10.10, se produjo la primera confusión de la jornada, ya que al aparecer un furgón policial blindado, la gente creyó que se trataba del traslado de Olatz Dañobeitia. Los gritos de apoyo a la joven lekeitiarra no se hicieron esperar, pero fue una falsa alarma, ya que se trataba de otra persona.

Así las cosas, a las 10.25 llegaron a las sede judicial Arnaldo otegi y Rufi Etxeberria. Lo hicieron acompañados de su abogada, Jone Goirizelaia, y de conocidos militantes independentistas como Ibon Arbulu, Joana Regeiro y Mikel Etxaburu.

Allí, Otegi y Etxeberria, recibieron el cariño popular y, de nuevo, ante una inmensa expectación mediática, aseguró que «se ha convertido ya en una costumbre que delegaciones y militantes de la izquierda independentistas estamos citados a declarar ante un tribunal de justicia, entre comillas».

«Cese de la persecución»

El portavoz abertzale aseguró que este contencioso «no es un problema jurídico, sino que es un problema político, un problema de democracia, al fin y al cabo». Otegi destacó que «el origen de estos problemas está la Ley de Partidos, cuyo únido objetivo es intentar evitar la actividad política la igualdad de condiciones de la izquierda independentista».

Por tanto, el mahaikide, volvió a exigir «la derogación y desactivación de esa ley». Asimismo, incidió que «en un contexto pre-electoral, queremos decir que existe una posibilidad para que esta coyuntura favorezca el proceso democrático». No obstante, el dirigente abertzale destacó que «mantener una apuesta basada en recetas del pasado e impedir que la izquierda independentista haga política en este país es apostar por bloquear una solución al conflicto».

Por tanto, Otegi, instó a los Estados español y francés a que «hagan una apuesta por las vías políticas y democráticas, exigiendoles que cese la persecución que con careta judicial se mantiene contra la izquierda independentista».

Una hora más tarde, tras partir desde la sede del PSE y en medio de una estruendosa protesta de los Bomberos de Bilbo, llegaban al TSJPV los dirigentes del PSE, Patxi López y Rodolfo Ares. Lo hicieron acompañados de otros cargos de su formación como su secretario general en Bizkaia, José Antonio Pastor o los alcaldes de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, y de Santurtzi, Javier Cruz.

Cinco minutos más tarde, por la entrada por Berroeta Aldamar, llego por fin Olatz Dañobeitia. La presa política fue trasladada en un coche policial camuflado, que entró a gran velocidad en el tribunal lo que casi no dio tiempo a que los presentes pudieran darse cuenta de su llegada. A pesar de ello, no faltaron los gritos de ánimo a la joven, encarcelada tras ser condenada por el Tribunal Supremo en el caso abierto contra Jarrai, Haika y Segi.

Una vez dentro del recinto judicial, los primeros en declarar fueron los dirigentes abertzales, que se negaron a responder a las acusaciones. Después lo hicieron López y Ares que tampoco respondieron a los abogados de las acusación popular compuesta por el Foro de Ermua y Dignidad y Justicia.

López denunció «la estrategia de juego sucio del PP contra el PSE por no querer convertirse en uno de sus satélites»

Los representantes del PSE, Patxi López y Rodolfo Ares, no realizaron ningún tipo de valoración una vez que salieron del TSJPV, bien pasadas las 14.00. No obstante, convocaron una rueda de prensa para la tarde en la sede que esta formación tiene en la calle Alameda de Rekalde. Allí, con más de 10 minutos de retraso sobre el horario previsto, hicieron aparición ante los medios. Ambos con un semblante especialmente serio.

López recordó que Ares y él habían tenido que acudir a declarar debido a «una querella presentada por el PP y el Foro de Ermua». Una cita judicial a la que aseguró haber acudido «sin organizar actos callejeros de adhesión partidista para condicionar al Tribunal, ya que nosotros creemos en el sistema judicial».

El líder del PSE señaló, asimismo, que en la reunión del 6 de julio de 2006 con representantes de la izquierda abertzale, su formación «actuó conforme a la legalidad. A su juicio, «no nos reunimos con una formación política ilegalizada, sino con personas con sus derechos cívicos y políticos vigentes, y con una resolución del juez Garzón que conviertía al encuentro en legal como aval». Por ello, consideró que dicha querella «quedará en nada». Para López, el encuentro «fue una reunión legal y legitima teniendo en cuenta la honorabilidad del objetivo de aquella reunión». Una cita en la que, según dijo López, su partido acudió a Donostia para «decirle a la izquierda abertzale que sin respeto a las reglas de juego es imposible hacer política y que no les queremos fuera sino dentro del sistema democrático».

Además, el secretario general del PSE, definió como «falta de ética» el hecho de que el PP denunciará «por discrepancias políticas» la reunión. Hecho que aseguró no extrañarle debido a «la deriva irresponsable y mentirosa del PP, quien pretende convertir la justicia en Tribunales Franquistas». Junto a ello, el político de Portugalete, denunció también «la estrategia de juego sucio del PP contra el PSE por no querer convertirse en uno de sus satélites». B.Z

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