La alta participación fue, sin duda, una de las protagonistas. En los colegios electorales así como en los consulados franceses de Europa se podían ver largas colas de electores. En Barcelona, por ejemplo, desde el mediodía se registraron filas de hasta 300 metros pese a que en el liceo francés se instalaron cinco mesas electorales. Esta estampa se repitió en otras tantas capitales como Madrid, Sevilla y Londres.

Pero, ¿qué les ha empujado a los franceses a acudir en masa a las urnas? «En 2002, no fui a votar, estaba totalmente despreocupado, y luego pasó lo que pasó», manifestó Kaouther Ben Amorm, de 30 años, en alusión a la victoria de Jean-Marie Le Pen sobre Lionel Jospin.

Lo ocurrido aquel 21 de abril de 2002 parece haber marcado al electorado. Brigitte Cuvelliez, una enfermera de 49 años de Lyon, aseguró que, el resultado de aquellos comicios le han empujado a votar en éstos pese a que desde 1988 no ejercía su derecho a voto.

Pero si la participación fue elevada también lo fue la indecisión. «He vacilidado durante mucho tiempo. Finalmente, he elegido a François Bayrou porque promete un Gobierno que reúne personalidades de derecha e izquierda», señaló una joven de 23 años.

«Confío en que se invente un nuevo modelo de sociedad y que halla reformas muy fuertes», comentó Bruno Labarre, un empresario que se inclinó por Nicolas Sarkozy.

En otras ciudades se produjeron importantes colas, que los detractores del voto electrónico achacaron a las máquinas y los municipios que las han instalado a la enorme afluencia de electores. Al electorado de más edad no le fue fácil adaptarse a la nueva metodología.

El consejero regional de Ile-de-France, Daniel Guérin, del Movimiento Republicano y Ciudadano, anunció que acudirá al Consejo Constitucional para que investigue presuntas disfunciones en el escrutinio hecho con máquinas electrónicas en Villeneuve-le-Roi, a las afueras de París. En Issy-les-Moulineaux, otra ciudad periférica de la capital, un grupo de votantes realizó una manifestación en protesta por los retrasos.

El día culminó con las celebraciones de los seguidores de Sarkozy y Royal que salieron a la calle en la medida que se iban conociendo los resultados.