Un parque municipal de viviendas para que el Ayuntamiento no se deshaga del patrimonio público que posee; alquileres sociales que solucionen el grave problema de acceso a la vivienda; y ayudas para evitar que las familias se queden en la calle. Ésas son las demandas que realizaron ayer representantes de diferentes grupos al Consistorio de Barakaldo.

Vecinos de La Siebe y Lutxana, Cáritas Barakaldo, el centro asesor de la mujer Argitan, Juventud Obrera Cristiana, Geideak-MJAC, la Asamblea de Parados de Barakaldo y Berri-Otxoak se concentraron ante el Ayuntamiento para exigir «la puesta en práctica de nuestro derecho a una vivienda digna».

Especulación salvaje

Las citadas organizaciones achacan a la salvaje especulación el hecho de que el metro cuadrado de una vivienda libre en la localidad cueste más de 4.000 euros. También informaron de que el precio medio del metro cuadrado de las casas de segunda mano oscila entre los 2.600 euros del barrio Burtzeña y los 3.600 de San Vicente, y de que el alquiler medio se encuentra en los 730 euros mensuales.

Con esos números, a los manifestantes no les resulta extraño que en Barakaldo 110 personas hayan pernoctado este invierno en los albergues habilitados para aquellos que no tienen hogar, o que 2.800 ciudadanos estén inscritos en el servicio de vivienda Etxebide porque sus ingresos anuales son inferiores a 34.700 euros.

Los representantes de la protesta denunciaron que, ante esa situación, el Ayuntamiento de Barakaldo está llevando a cabo planes urbanísticos que «facilitan los intereses especulativos de constructoras y bancos, alejando, más si cabe, el acceso a una vivienda digna para miles de vecinas y vecinos».