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«Para algunos una merluza vale más que la vida de un arrantzale»

J.M. URIBARRI

«Me llamo Mariví. Mi marido era marino y falleció el 13 de noviembre de 2002. Las condiciones de la mar en aquel momento eran impresionantes. Fue el día en el que se hundió el Prestige. Las condiciones de la mar eran terribles, todos o casi todos los barcos estaban amarrados pero siempre tiene que haber algún valiente, y luego el que paga las consecuencias normalmente es el trabajador, el que tiene que trabajar en esas condiciones y no puede negarse».

Así se expresó Mariví, viuda de Justo Fernández Garcés, arrantzale pasaitarra que con 51 años resultó muerto tras sufrir un accidente laboral el 13 de noviembre de 2002. Mariví fue ayer una de las personas que, tal y como afirmó el secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, puso «el rostro y los ojos» a las víctimas, a las víctimas de los accidentes laborales.

En efecto, los responsables de los sindicatos Hiru y LAB comparecieron ayer en una rueda de prensa en la que llamaron a participar en la hora de paro convocada contra la siniestralidad laboral el próximo viernes, víspera de la del Día Internacional de la Salud Laboral, aunque en esta ocasión la convocatoria fue diferente.

Ibon Zubiela, responsable de salud laboral de LAB, afirmó que «hemos querido ponerle cara a los accidentes de trabajo que año tras año las administraciones públicas reducen a datos fríos; queríamos ponerles nombre y apellido porque estas personas son las grandes olvidadas, no cuentan para casi nadie».

Y así fue. Mariví puso voz y relató la experiencia vivida desde la muerte de su esposo -su hija Ainhoa le acompañó en el acto-; junto a ellas se encontraban Willi, Ibai, Raúl, Gotzon y José Francisco, todos ellos víctimas de un sistema que el año pasado se cobró la vida de 129 trabajadores.

Justo Fernández Garcés navegaba en el Mikel, con base en Ondarroa y propiedad de la empresa Marbasa SA. El fallecido y el resto de arrantzales arrojaban las redes de arrastre a las 22:30 a la altura de Capbreton, cuando un golpe de mar se llevó al marinero.

«Supongo que en todos los trabajos cuando ocurren accidentes es porque faltan medidas de seguridad. En aquel momento, mi marido no llevaba chaleco salvavidas y estaban trabajando con viento de fuerza diez. El cayó a la mar y apareció a los quince días en una playa de Francia», continuó su relató Mariví. «En la mar, si hace falta, se trabajan veinte horas seguidas -continuó-. Por lo que te vas enterando después hay un descanso mínimo de seis horas, pero no se cumple. Nadie descansa seis horas en la mar. Al final se dan un cúmulo de circunstancias que provocan estas cosas, que haya desapariciones, además de otros pequeños y grandes accidentes, porque la mar es uno de los lugares donde mas accidentes de trabajo hay. Hay muy pocas medidas de seguridad y, además, la gente cada vez está menos cualificada».

Sin embargo, tal y como narró Mariví, es sólo el comienzo del drama. «Estamos totalmente olvidados por las instituciones. En algún momento, cuando ocurre un accidente parece que todo el mundo quiere dar la cara, pero para salir en la foro. Luego, a la hora de la verdad, hay te quedas, pero para todo. También están los compañeros de trabajo, hablas con ellos porque necesitas una apoyo, quieres que no te olviden, pero poco a poco todo se va olvidando», afirmó.

Ella no olvida, aunque cree que desde diferentes frentes hacen los posible para tapar el caso. «Tenemos unos juicios abiertos contra el armador. Tenemos un juicio penal de homicidio por imprudencia contra la empresa armadora que cuatro años después del accidente todavía no ha salido. Estamos esperando. Suelo decir que para algunos una merluza vale más que la vida de un marinero».

«Como si fuera un suicidio»

Por su parte, Rafa Díez denunció que las instituciones y los empresarios obvian «lo que hay detrás de cada accidente en términos humanos» y los tratan como si fueran «un fenómeno natural de nuestros sistemas de producción», de manera que «no se reconoce que hay víctimas reales objetivas».

«A veces da la sensación de que cuando un trabajador se muere es como si se tratará de una muerte natural o como si fuera un suicidio, y no hay responsabilidad detrás de todo eso», afirmó.

El secretario general de LAB afirmó que instituciones y empresarios «no reconocen esta realidad» y, cuando se produce un accidente mortal «inmediatamente pasa a estadísticas». Por ello, consideró «importante, en un momento en el que se habla mucho de víctimas», reflejar que detrás de esos accidentes hay «personas que están sufriendo sus consecuencias».

Díez Usabiaga aseguró que la siniestralidad laboral está provocada «fundamentalmente por cuestiones de caracter estructural», como son los sistemas de producción, la precariedad y la subcontratación.

En su opinión, «el único responsable de esta situación son los empresario, que trafican y negocian con la precariedad, con la subcontratación, y presionan a los trabajadores con los ritmos de producción».

Por su parte, el representante de HIRU denunció las «mafias patronales» que funcionan en el ámbito del transporte por carretera y las condiciones laborales de estos trabajadores. Además, reclamó que los siniestros que sufren los transportistas sean reconocidos accidentes laborales y no de tráfico.

Modesto García también invitó a los transportistas a parar «como mínimos una hora» el próximo viernes en «recuerdo a los compañeros que todos los días están cayendo en las carreteras», y a participar en las concentraciones que se celebrarán en lugares como Zaisa y el Puerto de Pasaia o Santurtzi , entre otros puntos.

Ibon Zubiela apuntó que el número de trabajadores muertos en estos primeros meses de 2007 asciende a 43, cifra superior a la registrada durante el mismo periodo de 2006, 41.

Accidentes y enfermedades

CCOO denunció que más del 80% de las empresas incumplen la obligatoria evaluación y prevención de los riesgos higiénicos, ergonómicos y sicosociales u olvidan la vigilancia específica de la salud. El responsable del área de Salud Laboral y Medio Ambiente de la central, Jesús Uzkudun, denunció el alto numero de infracciones en la prevención de riesgos causantes de enfermedad profesional. Según los datos ofrecidos por CCOO, las enfermedades laborales causan entre «4 ó 5 veces más muertes que los accidentes laborales».

También UGT habló ayer sobre siniestralidad. El secretario general de la central, Dámaso Casado, denunció un incremento «alarmante» de las muertes en el trabajo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde los accidentes laborales mortales crecieron un 50% durante el primer trimestre de 2007 en relación al mismo período del año pasado.

Según los datos que ofreció UGT en el transcurso de una conferencia de prensa para presentar los actos organizados en Bilbao con motivo del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, se ha pasado de «18 trabajadores fallecidos de enero a marzo de 2006 a 27 muertos en el trabajo en igual período de este año».

El sindicato dijo que los datos que maneja proceden de expedientes oficiales e incluyen, accidentes sufridos por autónomos e indocumentados.

CONDENA

El responsable de una obra de Eibar fue condenado ayer a un año y once meses de cárcel por la muerte de un trabajador que el 12 de mayo de 2003 cayó desde el tejado de un edificio por falta de medidas de seguridad.

DATOS

Ibon Zubiela, responsable de salud laboral de LAB, indicó que en estos primeros meses de 2007 han muerto 43 trabajadores, mientras que en el mismo periodo en 2006 fallecieron un total de 41 obreros.

Adegi dice que baja el número de accidentes

Adegi valoró ayer el «fuerte descenso» producido en 2006 en la siniestralidad laboral en Gipuzkoa ya que, según los empresarios, los accidentes mortales se redujeron en un 50% y los graves en un 11%. Según el informe de la patronal sobre siniestralidad, el pasado año se produjeron 14 accidentes mortales en jornada laboral, 13 menos que en 2005. El secretario general adjunto de Adegi, Arturo R. García, y el responsable del área de prevención, Manuel Guerrero, admitieron que, pese al «optimismo de las cifras del pasado año», los datos de los «dos primeros meses de 2007 indican un repunte de la siniestralidad laboral total».

Adegi dijo que se comprometía a «hacer los esfuerzos necesarios para lograr el objetivo estratégico europeo de reducir la siniestralidad en el período 2007-2012». Pidió la colaboración de los sindicatos «para acelerar el proceso de convergencia con Europa y la siniestralidad en línea con el objetivo europeo, un 25%», y negó que la patronal guipuzcoana «maquille ningún dato». Los empresarios advirtieron que no incluirán este tema en la negociación colectiva.. GARA

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