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Tres presos vascos niegan cualquier relación con el 11-M

La comparecencia de los presos vascos Unai Parot, Irkus Badillo y Gorka Vidal volvió a confirmar lo que se ha constatado en repetidas ocasiones en el juicio del 11-M: que ETA no tuvo relación alguna ni con grupos islamistas ni con los atentados en los trenes madrileños. Los tres comparecieron a instancias de Luis Abascal, abogado de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, quien está considerado en medios judiciales como «proclive a las tesis de la conspiración».



El fatalismo se adueña de la población de Mogadiscio

El fatalismo se está adueñando de los habitantes de Mogadiscio, muchos de los cuales se han resignado a esperar la muerte, debido a los combates que se registran desde hace varios días, causando mas de 250 muertos, y que continuaban ayer.



Al Maliki ordena a EEUU detener la construcción del muro de Azamiyah

Desde Egipto, donde se reunió con el secretario general de la Liga Arabe, el primer ministro iraquí Nuri al Maliki ordenó a las tropas estadounidenses que detengan la construcción del muro de hormigón que comenzaron a levantar en el barrio bagdadí de Azamiyah. EEUU, sin embargo, no ha aclarado si acatará o no tal decisión. Ayer, los vecinos de esta zona volvieron a protestar contra esta barrera que, según denunciaron, les convertirá en presos de su propio barrio.




Sinn Féin cumple su palabra y nombra a sus representantes al Consejo Policial

El fin de la connivencia y la injerencia de los servicios secretos británicos serán las responsabilidades de los tres representantes republicanos que se unirán el 8 de mayo al Consejo Policial, institución que evalúa las actuaciones de la Policía norirlandesa.




Muere Yeltsin, loado por Occidente y denostado por sus compatriotas

Boris Yeltsin, el cuadro del PCUS que ya como presidente ruso dio la puntilla a la URSS, murió ayer a causa de una «insuficiencia cardiovascular multiorgánica». Tan glorificado a su muerte por las cancillerías occidentales como criticado por una población rusa que no acostumbra a hablar mal de los muertos, la trayectoria política y personal de Yeltsin resume a la perfección el proceso de descomposición que asoló al país más grande del mundo en los noventa.



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