Valencia o Atlético. Hay otros equipos interesados, pero el futuro de Raúl García pasará por uno de esos dos equipos. El problema es que los intereses del jugador y Osasuna parecen tomar caminos opuestos.

Si dependiera exclusivamente del club, Raúl García se marcharía al Valencia. Las dos entidades han alcanzado ya un acuerdo, hecho público la semana pasada y cifrado en doce millones de euros. Desde el club valencianista se mantiene, además, que existe también un acuerdo, aunque no por escrito, con el propio Raúl García, que en caso de aceptar el traspaso militaría cinco temporadas en el Valencia, a razón de 850.000 euros por temporada.

Pero es muy posible que los deseos del centrocampista vayan encaminados hacia otra ciudad. Desde el propio Valencia se reconocía la semana pasada que el Atlético de Madrid podía haberse cruzado en su camino con una oferta más suculenta al jugador.

Y por ahí parecen ir los tiros. Más allá de la cuantía de la oferta colchonera, motivos deportivos y, más concretamente, la presencia de Javier Aguirre en el banquillo, podrían decantar a Raúl García por esta segunda opción. De hecho, según fuentes cercanas al jugador citadas por la agencia Efe, éste ya se habría decidido por el Atlético, cuyo interés es evidente desde el pasado verano, cuando ya tentó a Osasuna, sin éxito, con doce millones de euros.

Justo al contrario de lo que sucede con la oferta del Valencia, la falta de acuerdo entre clubes se presenta, ahora mismo, como el mayor obstáculo.

Y está claro que el Atlético tendrá que rascarse el bolsillo, porque Osasuna no tiene preferencias deportivas, pero sí económicas. No se van a poner trabas a la salida del jugador, no se quiere cercenar su progresión deportiva, pero tampoco se quiere dejar de ganar dinero.

«El comportamiento de Raúl, tanto el año pasado, cuando ya tuvo ofertas, como éste, está siendo extroardinario. Es difícil que en esta situación un jugador de su edad no se descentre, pero estamos encantados con él. Así que no vamos a frustrar sus aspiraciones, pero también vamos a exigir las mejores condiciones posibles en todos los aspectos. Y si no se dan esas condiciones, Osasuna rechazaría todas las ofertas que le llegasen», recordó el director deportivo rojillo en Radio Euskadi.

El Atlético tiene las puertas abiertas siempre que cumpla las condiciones rojillas, como sucede con el Valencia. Es decir, que oferte una cantidad adecuada y que, además, «las formas de pago vengan avaladas con total y absoluta seguridad para que el club sepa que no va a tener problemas a la hora de cobrar», destacó Lorenzo. Sólo si cumple las dos condiciones podrá satisfacer el Atlético sus deseos y los del jugador.