Las acciones que tiene la familia de Fuentes a su nombre están repartidas entre más de veinte personas de seis unidades distintas
El nuevo reparto no impide que el pequeño accionista decida
El entorno familiar del presidente tiene unos 3.300 títulos, un 2,5% del capital social, y esa cifra llegaría hasta un 6,6% con paquetes importantes de seis personas y tres sociedades a las que se relaciona con la familia y que les apoyaron en la última Junta realizada
GARA | DONOSTIA
La conclusión más importante que se puede sacar del nuevo reparto del capital social de la Real Sociedad SAD es que no ha perdido su democratización a pesar de las 87 adquisiciones realizadas en la ampliación de capital del pasado año con paquetes superiores a las cien acciones.
En las últimas semanas ha cundido la alarma en el entorno del club al trascender que la familia del presidente Miguel Fuentes participó de manera decidida, pero las acciones repartidas entre más de una veintena de personas de seis unidades familiares distintas ascienden a unas 3.300, que representan un 2,5%, y con paquetes importantes que delegaron en ellos en la última Junta y a los que se relaciona con la familia la cifra rondaría el 6,6%, con alrededor de 8.700 títulos.
Estas son las conclusiones que se pueden sacar de la polémica acta de la Junta de Accionistas celebrada el pasado 4 de noviembre a la que ha tenido acceso GARA y que ha levantado una polvareda grande las últimas semanas tras criticar Miguel Santos a Fuentes por la carta que entregó a Manuel Malvido, que siente la amenaza de una demanda en el caso de que la información salga a la luz pública, a pesar de que ni él ni los dos accionistas a los que facilitó una copia de ese acta han sido los que han hecho llegar esta información a este medio.
En el acta de accionistas presentes y representados en la única Junta realizada tras la ampliación de capital aparece claramente el número de acciones que tiene cada persona y entidad que participó en ella y las relaciones entre ellos en base a las delegaciones recibidas para representarlas. Además de la información del acta, circula por Donostia un gráfico al que también ha tenido acceso GARA en el que aparecen los familiares de Fuentes con las acciones que posee cada uno y las nueve personas o sociedades que han comprado 600 acciones en la ampliación de capital a las que se relaciona con ellos. Lo mejor para la Real Sociedad es dar la información en estos momentos ilusionantes para que los accionistas, los abonados y los aficionados que apoyan al club y quieren saber la verdad la conozcan y para que termine la rumorología que rodea el tema.
Lo importante es que, pese a esas compras importantes, la gran mayoría de las acciones de la Real la tienen pequeños accionistas. Cerca de un 70% del capital social está muy repartido entre más de 14.000 aficionados, que cuentan con entre uno y quince títulos de la sociedad y la mayoría la representan accionistas con cinco o menos. Por ello, las acciones adquiridas en la ampliación no serán tan determinantes en unas elecciones con mucho capital.
El entorno familiar de Miguel Fuentes tiene a su nombre unas 3.300 acciones repartidas entre una veintena de personas. Si se suman a estas acciones otros paquetes importantes con los que Miguel Fuentes y su familia acudieron a la única Junta realizada tras la ampliación, la cifra podría ascender a unas 8.700, que equivale a un 6,6% del capital. Una aportación que permitió saldar de manera satisfactoria el proceso con una inyección económica muy importante, ya que la mayoría de las acciones se compraron durante la ampliación y supusieron un ingreso de más de 850.000 euros para la entidad blanquiazul. Esta es la variación porcentual más significativa registrada durante la ampliación de capital.
Fuentes sí tiene 30 acciones
Miguel Fuentes ha declarado públicamente que él tiene 30 acciones, lo que es rigurosamente cierto, y que no controla más, lo cual legalmente es verdad porque la principal compra de acciones se registra desde otra rama familiar.
Si todas estas personas y sociedades votaran siempre juntas, el 6,6% que mantendrían no sería decisivo en un proceso electoral, pero sí pasarían a ser el grupo más importante en cualquier Junta. Siempre tomando como referencia las acciones que participaron en la última asamblea de accionistas, quedaría por detrás Kutxa con 2.631; el grupo de personas agrupadas entorno a la firma Astore, que ronda los 2.500; el Ayuntamiento de Donostia con 1.973 y Manuel Malvido, con algo más de un millar y que con las delegadas fue con 1.870 a la Junta.
Al margen de estos grupos, hay unas cuantas empresas relacionadas contractualmente con la institución que tienen entre 500 y mil acciones, pero la mayoría de éstas se mantendrían neutrales en un proceso electoral, aunque quizás se verían en la obligación de apoyar al Consejo como institución tal como hicieron, por ejemplo, en la Junta Ordinaria de noviembre. Tendrían mucho peso de convocarse una Junta como una moción de confianza al Consejo, en cuyo caso habría accionistas importantes relacionados contractualmente con el club que se podían ver obligados a apoyarle.
Sin aferrarse al puesto
En cualquier caso, la presión para el Consejo ha disminuido las últimas semanas con los buenos resultados y más que las acciones va a resultar fundamental en el futuro de la dirección de la institución si se consigue la permanencia o no. En el primero de los casos, resulta improbable que se convoque una Junta al término de la temporada y parece seguro que el Consejo seguiría en su cargo y daría cuentas en una Junta Ordinaria.
El Consejo y su entorno ha trasmitido que no hay ninguna voluntad de aferrarse al puesto en base al apoyo de un número determinado de acciones y que lo único que han pretendido es no generar la sensación de que con una convocatoria de la Junta en estos momentos jugadores, técnicos y aficionados sintieran que se daba por hecho un descenso que ahora todos confían en evitar tras el vuelco de las últimas semanas. Fuentes siempre ha defendido que con los movimientos de acciones nadie iba a poder dominar el club y ha señalado que las compras buscaban ayudar a la Real.
Si las alrededor de 3.300 acciones de los familiares de Fuentes y las 5.400 de las personas y entidades que se sitúan en su órbita y que delegaron en ellos en la última Junta siguieran siempre unidas, éste pasaría a ser el grupo accionarial más importante por delante de Kutxa, Astore, Ayuntamiento de Donostia y Malvido.
A la hora de valorar porcentualmente los cambios registrados en el capital social de la Real Sociedad SAD, cabe destacar que antes de la campaña de ampliación el 93% de las acciones estaban repartidas entre unos 9.500 abonados que tenían quince acciones como máximo. Según publicó el Consejo presidido por Astiazaran en una revista editada para impulsar su propuesta de ampliación de capital, 1.254 accionistas tenían entre una y cuatro acciones. 5.608 contaban con cinco, 1.224 tenían ocho, 1.525 entre nueve y 35 -la gran mayoría quince como máximo-, 25 accionistas tenían entre 36 y 94 y sólo quince superaban las cien acciones.
Trece tenían entre 101 y 236, entre los que estaban las personas que se repartían las acciones de Astore, que agrupadas representaban más de 2.000, Jordi Cantillo había llegado a reunir 522 tras poner un anuncio para comprarlas y el entonces consejero Manuel Malvido era la persona con más acciones, 1.017.
Si en la conversión en sociedad anónima el capital quedó repartido muy democráticamente, no sucedió lo mismo en la ampliación. Según informó el Consejo presidido por Miguel Fuentes días después de cerrarse el proceso, 5.250 accionistas compraron entre una y cinco acciones (27,09% del total vendido en la ampliación), 1.061 entre seis y diez (14,53%) y 347 entre once y treinta (9,02%). Estos tres bloques representaron poco más del 50% del capital social adquirido. El otro 50% fue a parar a 136 accionistas, que compraron entre 31 y 100 acciones (10,36%); a 69, que compraron entre 101 y 500 (15,89); a 16, que tienen entre 501 y mil (16,10%); y a Kutxa y Ayuntamiento de Donostia, que adquirieron 4.604 acciones, un 7% de lo comprado en el 2006.
Lo importante es que para las grandes decisiones como unas elecciones siempre será mayoría el pequeño accionista, pero no así en las Juntas Ordinarias, en las que apenas se moviliza.
Esa es la variación principal registrada tras un proceso en el que el Consejo siempre abogó por la atomización del capital. Una línea que sólo se rompió en la tercera fase, aquella en la que todo aquel que lo quisiera podía adquirir acciones con un tope de un 2%. Se ha hablado mucho de lo que pasó el último día porque en cuatro meses se vendió el 34% de las acciones emitidas y el último día un 16%, pero lo importante es que la blanquiazul sigue siendo la sociedad anónima deportiva que tiene más repartido su capital social y ése debe ser un motivo de satisfacción para todos los guipuzcoanos. Ahora que las decisiones se toman de manera más o menos democrática, dependerá de la movilización del pequeño accionista. Si participa en las Juntas, la Real funcionaría casi como un club de fútbol. Si no, decidirán los accionistas mayores.
En la conversión sólo quince accionistas tenían más de cien acciones. Un grupo asociados en Astore superaba las 2.000, Cantillo tenía 522, y Malvido,1.017. En la ampliación, al margen de Kutxa y ayuntamiento, hubo dieciséis compras de más de 500 acciones y 69 de entre 100 y 500.
La primera plantilla realista está citada, a las 17.30 en Zubieta, para comenzar a preparar el partido que jugará el domingo a las cinco de la tarde en el campo del Getafe. El partido del sábado contra el Atlético de Madrid no dejó más secuelas físicas que los golpes que recibieron Garrido y Savio y, si todo marcha con normalidad, Lotina podrá disponer de todos los jugadores menos los habituales Skoubo, Gari y Jesuli para preparar el partido. A estas bajas se sumará en Getafe la de Darko Kovacevic, que vio el sábado su quinta tarjeta y que será sancionado hoy con un partido por el Comité de Competición. Habrá que ver si a la hora de sustituirlo el técnico de Meñaka se decanta por Mikel Aranburu o Mikel Alonso como media puntas o por Herrera para jugar con dos delanteros.
La Real Sociedad comunicó ayer que pondrá a disposición de los aficionados autobuses gratuitos para viajar a Getafe. Los interesados en aprovechar esta oferta deben reservar su entrada y su plaza en el autobús llamando a los teléfonos 943 46 28 33 o 943 45 11 09. La reserva se realizará durante hoy y mañana. Las entradas reservadas se recogerán en la taquilla nº 6 del estadio de Anoeta el viernes de once a una y de cinco a ocho. El precio de las entradas será de 30 euros y la Real dispondrá de un máximo de 700 entradas. En el momento en el que se adquiera la entrada en taquilla, se dispensará junto a ella un ticket que habrá que presentar justo a la salida de los autobuses, que partirán el mismo domingo a las seis de la mañana desde el Bar Xanti, junto al estadio de Anoeta.