En la Residencia de ancianos perteneciente a Mapfre Quavitae Villa Sacramento de Donostia hace seis meses que los trabajadores están en huelga y Mapfre Madrid no tiene intención de sentarse a negociar nada. A mí, como hijo de una residente y como particular, ya se me ha terminado la paciencia que de manera reiterada me pide la directora del centro. Doña Marga nos está dando largas siguiendo las directrices de la Directiva de Mapfre Madrid.

La atención al anciano, en este caso mi madre, doña Lucia, es paupérrima, viendo un deterioro generalizado en todos los estamentos de la residencia, ambiente, higiene, atención per- sonal, médica enfermería, alimentación, de dignidad, etc.

Esta situación está denunciada al Ararteko, por lo judicial, social, Diputación etc. Todos se lavan las manos y nadie hace nada. Tanto estamentos políticos como sociales.

Lo irónico del caso es que los familiares están pagado una media de 1.800 euros a más de 2.000 euros por unos servicios que no prestan al anciano residente. El alcalde, señor Odon Elorza, también tiene conocimiento del tema, pero parece ser que es un asunto bastante engorroso y pasa del mismo.

Las familias nos preocupamos por la atención que dan a nuestra gente. No nos están dando lo que hemos contratado y nos molesta mucho que tanto doña Marga, directora del centro, haga mala praxis y omisión de su labor en beneficio de su empresa, Mapfre, y que la empresa Mapfre, en su mismo beneficio, haga caso omiso de lo que sus clientes han contratado con ellos.