«La contaminación acústica amenaza el futuro de los cetáceos»
Nacido en Toulouse en 1963, es ingeniero y doctor en Biología. Actualmente desarrolla su actividad docente en la Universidad Politécnica de Catalunya y ejerce la dirección del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas. Estos días participa en el XXI Congreso de la Sociedad Europea de Cetáceos en Donostia.
Maider EIZMENDI |
Fascinado por los cetáceos, cada vez que tiene ocasión de avistar una ballena es consciente de que está ante un espectáculo único. Considera que la contaminación acústica es una de las mayores amenazas de estas especies y, en general, del medio marino. Por ello, opta por tomar medidas para que la actividad humana no perjudique el equilibrio marino.
¿Cuál es la situación actual de los cetáceos?
Hace unas décadas la sobrecaza amenazaba el equilibrio de las poblaciones de cetáceos. Desde mediados del siglo XX la caza desmedida ha desaparecido y, aunque va a ser un proceso lento, las especies más amenazadas están recuperándose. Sin embargo, hoy en día existen otras amenazas que pesan sobre los cetáceos y que tienen que ver con la actividad humana en el mar, como son el tráfico marítimo, las maniobras militares, la extracción de petróleo y gas o la pesca.
Ha investigado sobre todo el impacto que la contaminación acústica provoca en el mar.
En el mar han existido desde siempre ruidos de origen natural, provocados por la lluvia, las olas, los movimientos de placas... Además, existe el ruido biológico que producen los organismos vivos. Todo esto forma un equilibrio donde cada uno tiene su lugar en la cadena alimenticia. Sin embargo, la actividad humana ha introducido ruidos artificiales que se enmarcan en los mismos registros que utilizan los organismos vivos y, entre ellos, los cetáceos.
¿Tienen una sensibilidad mayor que otras especies?
Para valorar el impacto que tiene este ruido sobre los organismos hay que tomar como referencia a algunas especies que pueden dar indicaciones sobre el estado de salud acústico actual del mar. En este aspecto, qué mejor que los cetáceos, que son los máximos depredadores de la cadena alimentaria y, además, teniendo en cuenta que viven gracias a la producción y recepción de sonidos. Los cetáceos tienen una gran sensibilidad a los sonidos que transcurren por vías diferentes a las de otros mamíferos. Hemos podido constatar que frente a unas emisiones sonoras de intensidades altas, estas vías acústicas se ven afectadas e incluso provocan la muerte del animal.
Por lo tanto, su capacidad sonora es fundamental para su supervivencia.
Sin una buena recepción de sonidos los cetáceos no pueden comer, orientarse, reproducirse... Las producciones acústicas de los cetáceos son de dos tipos. Por una parte, las que les permiten comunicarse entre ellos y, por otra, existe el llamado «sonar biológico» o sonido de ecolocalización. Los cetáceos emiten unas señales acústicas que se propagan en el medio y que, cuando alcanzan un blanco, emiten un eco que percibe el animal, lo que le ayuda a detectar la distancia de este objeto.
¿Es en esa función donde influye negativamente la contaminación acústica?
Las fuentes acústicas artificiales tienen un impacto en este proceso de localización, ya que enmascaran la señal de ida o de vuelta y, por lo tanto, el animal no puede aprovechar este sistema que es vital para su supervivencia.
¿Podríamos asociarlo a los casos de varamiento?
Sí, por su puesto. Los cetáceos se desorientan y llegan a la costa, donde mueren ahogados.
Además, incide en las colisiones con los buques, ¿no es así?
Sí. En áreas donde hay mucha contaminación acústica existe un alto índice de colisiones entre barcos y cetáceos. Hemos desarrollado un sistema que no incluye ninguna fuente acústica y que funciona como un oído que detecta a los cetáceos y trasmite esa información a los buques para que desvíen su ruta.
¿Cómo valora el nivel de sensibilización ciudadana ante esta situación?
Cada vez más, nos estamos dando cuenta que existe un problema y que hay que cuidar a los cetáceos, porque de ello depende el equilibrio del mar. No hay que esperar, como en el caso del cambio climático, a datos realmente alarmantes para actuar. Hay que concienciarse de que la actividad humana provoca daños y los gobiernos y las compañías que explotan la mar deberían poner los mismos medios que emplean para su actividad.
«Cada vez hay más sensibilidad con los cetáceos, pero hay que tomar medidas para que la actividad humana no perjudique el equilibrio del medio marino»
«Los cetáceos viven gracias a la producción y recepción de sonidos. Sin ellos no pueden ni alimentarse, ni orientarse ni reproducirse»