Los rojillos quieren ser el tercer equipo vasco en una final europea
Los rojillos no quieren desaprovechar la ocasión de disputar su primera final europea, pese a que enfrente tengan un duro hueso, que ya han roído en anteriores compromisos coperos a doble partido.
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Osasuna afronta el hasta ahora compromiso más vistoso de su historia y el primer obstáculo de cara a igualar el máximo logro del fútbol vasco a nivel europeo, teniendo la vista puesta en alcanzar una final de la Copa de la UEFA, como ya hicieran Athletic y Alavés en 1977 y 2001, respectivamente.
Como no podía ser de otra manera, la tarea se presenta harto difícil. Si bien es cierto que ya es un éxito que los rojillos se encuentren en tal tesitura -valoración que se irá agrandando con el paso del tiempo-, no lo es menos que, una vez plantados aquí, la oportunidad no se debe dejar escapar.
Claro que enfrente está nada más ni nada menos que el actual campeón, dispuesto a revalidar su título y a hacer valer el inmejorable momento de forma de que disfruta, palpable en las tres competiciones en las que todavía se encuentra en liza.
Pero todo el mundo sabe que a Osasuna el mejor papel que le encaja es el de «David», en una eliminatoria motivante hasta el extremo para los navarros quienes, además, atesoran el factor psicológico favorable de haber eliminado a los hispalenses en sus tres últimos enfrentamientos coperos a doble partido.
Mantener la portería a cero
Será, pues, un choque de trenes en este inédito encuentro, ya que ambas escuadras han demostrado su valía en competición europea y su estadística liguera está muy igualada. En la Copa de la UEFA sólo han perdido un partido -Osasuna ante el Lens y el Sevilla frente al AZ Alkmaar-, mientras que en las contiendas domésticas, los andaluces superan en sólo dos victo- rias a los rojillos.
Una de las claves para que los de Ziganda tengan serias posibilidades de salir indemnes de esta eliminatoria -la primera que los navarros juegan sin el factor campo a su favor- será mantener su portería a cero, reto complicado dado el potencial ofensivo del rival, sin que se reediten pasados episodios de errores de concentración en la zaga.
Afición y toda Nafarroa se han conjurado para que sea una jornada futbolística a recordar. Sólo falta que el apoyo del entorno sea recompensado con un partido serio de la plantilla, consciente de que una ocasión así se presenta muy de vez en cuando.
Patxi Puñal es la principal novedad de las cinco variaciones que Ziganda tiene pensado incluir en el once que se medirá en este primer partido de las semifinales de la Copa de la UEFA. Dentro de lo previsto, el de Larraintzar probó con el equipo que más garantías le ha dado a lo largo de la temporada.
Tras su prodigiosa recuperación y después de haber disputado algunos minutos en el tramo final del choque contra el Deportivo, sobre el uhartearra recae nuevamente la responsabilidad de llevar la manija de la escuadra navarra, habida cuenta de que Ziganda quiere reservar a Nekounam -también recuperado- para el partido ante el Zaragoza.
Aparte del capitán, el resto de variaciones son, más o menos, las que cabía esperar después de que el técnico rojillo diera descanso liguero a alguno de esos hombres con los que ahora quiere afrontar tan trascendental envite. Así, el sevillano Quique Corrales regresa al lateral izquierdo, donde tendrá que enfrentarse al difícil reto de frenar, bien a Jesús Navas o bien a Alves, que podría adelantar su posición.
Del mismo modo, Juanfran recupera su titularidad en el carril derecho. Si continúa en la línea de los últimos encuentros, el alicantino puede ser una pieza básica para abrir el campo y superar a la defensa sevillista por banda.
Por último, y como viene haciendo en la mayoría de los choques disputados en El Sadar, Ziganda apostará por la dupla atacante formada por Savo Milosevic y Roberto Soldado. El valenciano dispondrá así de una buena oportunidad para recuperar su olfato goleador.
N.M.
Aunque su escuadra ha llegado mucho más lejos de lo que en principio se esperaba, José Angel Ziganda y sus hombres no se conforman con las semifinales. «Tenemos que ser egoístas y pensar en nosotros mismos. Se trata de una magnífica oportunidad para dar un gran salto en nuestro caché», aseguró el preparador osasunista.
Pese a la trascendencia del choque, los rojillos van a afrontar este primer asalto «con tranquilidad y tratando de disfrutar de esta competición, como hemos hecho hasta ahora. Además, nuestro objetivo es tratar de aprovechar la corriente positiva que se ha desplegado entre nuestros seguidores y toda la provincia», especificó.
«Toda la plantilla está contagiada con este ambiente especial, por lo que estoy seguro que los jugadores van a dar el 110%. Desde luego que no habrá excusas por el cansancio o el calor. Cada uno sacará lo mejor que tiene dentro», ahondó el de Larraintzar.
En este mismo sentido, el Cuco comentó que su equipo debe saltar al césped «con la misma alegría y seriedad de anteriores choques, valorando y respetando al rival». Un respeto que también tendrá el Sevilla «porque han estado hace poco en este estadio y fue un partido muy igualado y competido».
Ocurra lo que ocurra en la jornada de hoy, Ziganda avanzó que será difícil que la eliminatoria quede resuelta de uno u otro lado, si bien el envite se decantará, a juicio del entrenador navarro, «por un golpe de acierto, ya que ambos equipos tenemos jugadores para inclinar la balanza en un momento dado. Debemos llevar el partido hasta el final y ello nos puede beneficiar», sentenció.
Lejos del eco mediático generalizado que otorga todo el favoritismo al Sevilla, el preparador rojillo señaló que el duelo «está al cincuenta por ciento porque la trayectoria de ambos conjuntos en el torneo europeo es inmaculada. Ambos estamos muy motivados y la diferencia en cuanto a plantilla y presupuesto se ve reducida en un enfrentamiento a dos partidos. A ilusión no nos pueden ganar», subrayó.
N.M.
Que Osasuna sigue teniendo un papel protagonista en la historia negra del sevillismo quedó patente en la comparecencia ante los medios de comunicación del técnico del conjunto hispalense, Juande Ramos. Las últimas eliminaciones coperas y que los rojillos dejaran sin previa de Champions a los andaluces son «antecedentes que no nos permiten ninguna confianza ni relajación», declaró el preparador manchego.
En esta misma línea argumentativa, quiso dejar claro que el único favoritismo que se le otorga a su escuadra «es el que pueda venir por la situación clasificatoria», pero que ello no es un valor decisivo para él, ya que «Osasuna tiene argumentos más que suficientes para estar en la final. Si nos confiamos, nos darán un buen susto».
«Se trata de una eliminatoria muy igualada, bonita e interesante, en la que ninguno de los dos queremos fallar porque en juego está la posibilidad de entrar en una final muy importante -ahondó Juande Ramos-. Quizás podemos tener la ventaja de algo más de experiencia europea por lo del año pasado y de saber jugar estos partidos de mucha tensión, pero esto no te asegura nada», aclaró.
El técnico sevillista, que no quiso extenderse en explicar la fórmula para contrarrestar el juego de Osasuna y se limitó a un breve «con mucho cuidado», reconoció que ambas escuadras disponen de diferentes armas para ponerlas en liza. «El que acabe imponiendo su estilo es el que pasará de ronda, pero espero que la eliminatoria se resuelva en Sevilla», resaltó.
«Nuestras intenciones son las de llevar el dominio, pero el contrario también va a intentar lo mismo. Por eso, será muy importante meter un gol, de cara a superar al rival. Al final, el que más pueda se llevará el gato al agua», insistió Juande Ramos.
El técnico sevillista no quiso avanzar cuál será el once que alineará hoy en El Sadar «porque hay que esperar al último entrenamiento, ya que haya algunos jugadores con muchos minutos y golpes».
La principal duda de los hispalenses radica en el hombre que ocupará el lateral izquierdo. Tres pueden ser la posibilidades: Dragutinovic, Puerta o David, aunque parece que el primero de ellos es quien tiene más posibilidades, dado que Juande Ramos quiere ganar opciones en el juego aéreo.
N.M.
El encuentro de ida de las semifinales de la Copa de la UEFA frente al Sevilla supondrá el decimoquinto compromiso europeo que disputa la escuadra navarra en la presente temporada. De este modo, el conjunto rojillo duplica de largo su presencia en el panorama futbolístico del viejo continente, donde hasta la actual campaña sólo había jugado 12 partidos en toda su historia.
Osasuna viene demostrando que tiene mayor capacidad ofensiva en las segundas partes. De los 16 tantos que ha marcado hasta ahora en Europa, 10 los ha obtenido en dicho periodo, la mitad de éstos últimos, entre los minutos 61 y 75. En cambio, la peligrosidad del Sevilla se hace más patente en los inicios y finales de los envites. Seis goles ha logrado en el primer cuarto de hora y otros tantos en el último, de un total de 25.
Raúl García, Valdo, Josetxo, Webó, Javier Flaño y Soldado son los seis jugadores rojillos que están apercibidos de sanción y se perderían el partido de vuelta, caso de ver una cartulina amarilla. David López y Corrales ya cumplieron un partido frente al Bayer Leverkusen en El Sadar. Por parte de los andaluces, son tres los futbolistas que también se encuentran amenazados: Escudé, Martí y Ocio.
En la otra semifinal, que enfrentará a Espanyol y Werder Bremen (20.45, Montjuïc), los catalanes no podrán alinear a los sancionados Zabaleta, Chica y Luis García, bajas sensibles en el cuadro que dirige Ernesto Valverde. Los periquitos, que en principio salen con el cartel de víctimas, tratarán de hacer valer su poderío ofensivo -son el equipo más realizador del torneo, con 27 dianas- y el factor campo de la ida.