Boza Maljkovic pretendía que el partido de ayer fuera el control previo al gran examen de Atenas y el Baskonia lo suspendió, con una calificación bastante baja además, al ser superado nítidamente por el Real Madrid. A pesar de que no jugara Bullock, el equipo blanco lo puso todo para que la prueba se asemejara a lo que se va a encontrar en la Final Four, incluido el caldo de cultivo para que el arbitraje y la presión se pareciera al que se va a encontrar en el OAKA, y el equipo gasteiztarra no le pudo hacer frente en ningún momento a su bestia blanca.

Al Baskonia, que apenas tuvo un par de minutos lúcidos, volvieron a atragantársele las asignaturas de siempre, como los 12 tiros libres fallados, su hándicap en el rebote -ayer -3 en el balance-, las 15 pérdidas y los problemas en la defensa 1x1. Pero es que además, con una alarmante laguna en la dirección, el Baskonia mostró falta de recursos o variantes ante un Real madrid que parece haberle tomado la medida. A pesar de que le costara entrar en juego, Igor Rakocevic fue uno de los pocos que opuso resistencia a la defensa de los de Plaza.

Y es que, el equipo gasteiztarra volvió a hacer aguas ante el juego físico expuesto por los madridistas. Comenzaron muy fuertes los blancos y en un avance de lo que vendría luego, el Tau se perdió en en sus siete pérdidas, sus errores en tiros libres 2/6, su falta de criterio en ataque y una nefasta defensa en los choques individuales.

Aciertos puntuales de Erdogan y Splitter al comienzo del segundo cuarto hicieron creer en la remontada, pero sin su conexión interior ni triples, les faltó consistencia para empatar después de haberse puesto a dos puntos (30-28).

La cuarta falta de Splitter al comienzo de la segunda mitad fue otro duro golpe del que el Baskonia no se levantó. Sólo Rakocevic mejoró algo sus prestaciones y los fallos en los tiros libres fueron un lastre insuperable en un partido para olvidar cuanto antes porque el Baskonia nunca estuvo en disposición de competir.