La Comisión de Blusas y Neskas y la Comisión de Txosnas de Gasteiz se presentaron ayer de manera conjunta ante la sociedad gasteiztarra para reclamar a los responsables políticos del Ayuntamiento unos festejos más populares y donde se pueda participar en la organización de los mismos. Conforman dos colectivos populares consolidados y referentes dentro del espacio festivo-cultural de Gasteiz, que recalcan que «existen gracias al trabajo desinteresado de los miles de gasteiztarras que han pasado por ellos, y sin lugar a dudas lo que hoy somos es el fruto de la labor de todas las personas que fueron y somos parte de ellos».

Aprovechando la festividad de San Prudencio, estos dos referentes de las fiestas de La Blanca reconocen que «el momento histórico que nos ha tocado vivir tal vez no es el mejor para preservar y desarrollar un modelo cultural y festivo participativo y popular». Se quejan de que «las amenazas que sobre este modelo se ciernen son desgraciadamente constantes y de sobra conocidas: censura política, mercantilización, espectáculo en detrimento de la participación...»

Razones como éstas les han llevado a reivindicar, «una vez más, la trascendencia de la participación popular en la fiesta y en la cultura, y en ese contexto, la necesidad de trabajar y compartir responsabilidades organizativas con las propias instituciones».

Ambos insisten en la necesidad de apostar por «una participación real, con órganos vinculantes que posibiliten nuestra colaboración. No con ánimo de protagonismo o de control, sino como consecuencia del sentimiento de corresponsabilidad para con la fiesta y la cultura, defendiendo el derecho de libre creación y expresión».

Una llamada que está encaminada a la ciudadanía gasteiztarra, a la que invitan a participar en esa organización festiva. «Sólo así lograremos entre todas y todos preservar la fiesta y garantizar que todas las manifestaciones de la cultura popular sean respetadas. Si queremos una fiesta viva y una sociedad libre y creativa, no hay otra opción», reclamaron blusas, neskas y txosneros.

Pero de su reto tampoco se libran los partidos políticos, a los que reclaman que durante estas elecciones municipales se posicionen de manera clara sobre un cambio en el modelo de gestión de La Blanca.