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Conflicto en la diócesis de Baiona

Sancionan a un cura vasco por negarse a abandonar a la mujer con la que convive

El obispo de Baiona ha destituido al párroco de Asson por «situación escandalosa". Alude así a su convivencia con una mujer con la que mantiene una relación desde hace 20 años. Vecinos y feligreses muestran su desacuerdo.

Maria AIZPURUA | BAIONA

El padre Leon Laclau, sacerdote de la Orden de los Padres de Bé-tharram destinado en Asson, una pequeña localidad del Pirineo bearnés, ha sido destituido de sus funciones en la parroquia de Nuestra Señora del Piemont por el obispo de Baiona, Pierre Molères, por tener una relación sentimental con una mujer conocida públicamente.

El cura, natural de Behauze (Nafarroa Beherea), es muy conocido tanto en Asson como en sus alrededores ya que oficia en varias localidades de la comarca donde es muy apreciado. Además, es el capellán diocesano del Movimiento Rural de la Juventud Cristiana (MRJC).

La relación por la que ha sido sancionado ahora viene de lejos, concretamente desde que conoció a Marga, hace más de veinte años en Vic-en-Bigorre, donde ejercía como cura y donde también era muy popular porque, aparte de su labor pastoral, se implicó de lleno en la vida social. Tanto es así que participaba en diferentes dinámicas locales, jugaba en el equipo de rugby local de 2ª división y era, asimismo, bombero voluntario.

Marga, viuda con tres hijos, contaba entonces con 35 años, la misma edad que el padre León. Nunca escondieron su relación, que era conocida y aceptada por sus feligreses. Las autoridades eclesiásticas también eran conocedoras de la misma pero, al parecer, el hecho de que hace dos años Marga, que es enfermera, lograra un trabajo más cercano a Asson, donde Laclau había sido destinado en 2000, y se pusieran a convivir bajo el mismo techo ha sido la gota que ha colmado el vaso.

«Purificar» la relación

El superior provincial de los betharramistas, el padre Beñat Oyhenart, le había exhortado a «purificar» su relación con Marga, es decir a evitar cualquier relación íntima con ella. En octubre del año pasado, fue el su- perior de la orden en Roma en persona quien le conminó durante una visita canónica a abandonar la convivencia con su compañera.

Laclau, que hizo caso omiso de las advertencias de sus superiores, recibía el pasado lunes una misiva suscrita conjuntamente por el padre Oyhenart y por el obispo de Baiona, Olorón y Lescar, Monseñor Molères. En la misma, se le comunicaba que «la situación se ha convertido en demasiado escandalosa» y que «su comportamiento público y reiterado no coincide con los compromisos propios de su función».

Por ello, se le destituía de sus funciones y se le informaba de que iba a ser enviado a Limoges (en el centro del Estado francés) antes de ser enviado definitivamente a una diócesis en Costa de Marfil.

Compatibilidad

El padre Laclau, que además de cura tiene votos específicos de pobreza, castidad y obediencia por ser religioso betharramista, admite que no se ajusta a los preceptos eclesiásticos, pero ha manifestado que siempre ha creído que su vida de cura era «compatible» con su vida amorosa: «Tengo una familia religiosa, los padres de Bétharram; una familia de sangre en el País vasco y una familia del corazón...», admite.

La decisión de inhabilitar al cura ha sido mal acogida por feligreses y también por los vecinos en general. Desde hace varios días, el teléfono de Laclau no para de sonar y recibe numerosas visitas y muestras de apoyo. Muchos no entienden lo ocurrido. El alcalde de Asson, Laurent Aubuchou, ha declarado que el padre León «es alguien muy cercano a la gente que sufre, siempre dispuesto a ayudar. Es un hombre de carácter, todo un personaje. Y creo que es mejor tener curas equilibrados en su vida afectiva».

Laclau convive con Marga en un edificio municipal que ha arreglado con su compañera. También fueron ellos los que renovaron la sala de la parroquia y la de acogida a los peregrinos del Camino de Santiago.

Xavier de Canet, primer edil de Bruges, localidad cercana a Asson, también ha manifestado su apoyo personal a Laclau: «No es que esté siempre de acuerdo con él, en particular sobre los horarios de las misas. También tendría muchas cosas que contar de los años que pasé estudiando en la escuela betharramista de Saint-Jo en Nay. Pero, por una vez que teníamos un cura equilibrado...»

Enfado entre laicos

La sanción contra el padre León ha irritado, incluso a colectivos de cristianos laicos. Así, Jean-Claude Remondet, secretario del Consejo Pastoral de la Diócesis de Nay, se ha quejado de no haber sido informados de nada: «Nos hubiera gustado que, por lo menos, la autoridad eclesiástica nos informara. Los laicos no contamos para nada de nada. El padre León cumple su ministerio de manera ejemplar».

Hasta miembros de la Asociación de Defensa de los Individuos contra las Sectas han mostrado su desacuerdo con la decisión del obispo. Annick Gançarski manifestaba que «cuando se trata de los abusos de las sectas se mira para otro lado y ahora se echa a la calle a un cura que hace su trabajo de cura y de hombre».

Los vecinos están recogiendo firmas de apoyo a Laclau. También han organizado para hoy a las 20.00 una asamblea de solidaridad con su cura y una concentración ante la iglesia el domingo por la mañana, donde será el padre Oyhenart, el superior que le ha sancionado, quien celebre la misa.

GARA se puso ayer en contacto con el obispado, que durante estos días se ha limitado a confirmar su decisión de revocar a Laclau. El secretario de monseñor Molères manifestó que hoy harán público un comunicado sobre esta cuestión que tantas reacciones ha suscitado.

Empresarios, preocupados

M

Con respecto a los futuros pactos de gobierno, el presidente del PSC sigue considerando «lleno de sentido» el pacto de Tinell, que dio lugar al tripartito, «más allá de las circunstancias de este momento difícil». ERC había advertido horas antes que reeditar el pacto será ahora mucho más difícil. La justificación de sobra conocida: la decisión de Esquerra de pedir el «no» en el referéndum de ratificación del Estatut, que se celebrará el 18 de junio.

MOVILIZACIÓN

Para hoy mismo han convocado una asamblea para tratar el tema. El domingo por la mañana realizarán una concentración ante la iglesia. Será el padre Oyhenart, superior que ha sancionado a Laclau, quien celebre la misa.

REACCIONES

La decisión de cesar al padre Laclau y de enviarlo a Costa de Marfil ha suscitado vivas reacciones entre feligreses y vecinos de Asson y de la comarca, donde el sacerdote es muy conocido y apreciado.

«No me hará abandonar la fe, pero no renunciaré a Marga»

Hace unas semanas, la parroquia de San Carlos de Borromeo de Vallecas fue noticia porque ciertos sectores de católicos y jerarquía eclesiástica exigían sanciones contra los sacerdotes encargados de la parroquia por sus prácticas «poco ortodoxas» y contrarias a los cánones de la Iglesia. Los feligreses reaccionaban y salían en defensa de sus curas porque consideraban que ejercían su apostolado de forma coherente y cercana a las situaciones reales de sus feligreses.

Algo parecido ha ocurrido en Asson con el padre Leon Laclau. En este caso, sus vecinos conocían perfectamente la relación que mantenía con su compañera desde hace más de veinte años, relación a la que se habían acostumbrado porque en lo que se fijaban era en que el «padre Leon» cumplía su función de párroco a satisfacción de sus feligreses. La jerarquía eclesiástica también era sabedora de la situación pero la convivencia bajo el mismo techo no ha sido aceptada y, finalmente, ha sido sancionado. Vecinos y feligreses quieren que su cura se quede. El también. «No iré ni a Limoges ni a Costa de Marfil. Esta bofetada no me hará abandonar ni mi fe ni la Iglesia ni, por supuesto, renunciar a Marga. Siempre he vivido esta relación como una fuerza», ha declarado.

El padre Leon sabe y admite que no ha cumplido con las reglas del juego. Sin embargo, manifiesta que ya desde su época de seminarista pensaba que «la Iglesia debería abrirse un poco». No es el único. M.A.

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