Coaliciones catalanistas y progresistas para echar al PP
En el País Valencià y en las islas Baleares se han creado sendas coaliciones de formaciones catalanistas y progresistas con el objetivo de desalojar de los gobiernos a Francisco Camps y Jaume Matas, ambos del PP, que han llevado a cabo una política en contra de la normalización del catalán y han consentido un urbanismo depredador.
Laia ALTARRIBA i PIGUILLEM |
Después de cuatro años de gobierno del PP en la islas Baleares y de tres legislaturas de mandato de este mismo partido en el País Valencià, los partidos de izquierda y catalanistas de estos dos territorios se han coaligado en dos amplias coaliciones para juntar sus votos a los del PSOE y sacar al PP de los ejecutivos autonómicos.
Han sido necesarios varios meses de negociaciones para lograr que tres formaciones políticas baleares hayan acordado presentarse como coalición bajo el paraguas de Bloc per Mallorca a las elecciones del próximo mes de mayo al Parlamento balear y a los consejos insulares que existen en cada isla. La propuesta del pacto la ha liderado el PSM-EN (Partit Socialista de Mallorca-Entesa Nacionalista), formación muy arraigada a la isla y con una larga tradición de defensa de la cultura y lengua catalanas y también de carácter progresista.
Este partido ya cuenta con cuatro diputados al Parlament balear. Otra formación que suscribe el pacto es EU-Els Verds, que cuenta con tres escaños. También se ha incorporado ERC, que no tiene representación institucional pero que los últimos años ha crecido en las islas.
Tomeu Martí es coordinador de la Obra Cultural Balear, la entidad cultural más potente de las islas y que cuenta con un apoyo social muy amplio. Para este activista cultural, el surgimiento de esta coalición se explica por tres razones principales. De un lado, ha habido un proceso de maduración por parte de estas formaciones: «Estos partidos han visto que la única manera de sacar al PP era juntando sus votos. Asimismo, EU ha experimentado un proceso de autoctonización a la realidad local y, además, los líderes de ERC han decidido sumarse para que no les responsabilicen de cuatro años más de PP».
En segundo lugar, el pacto también sería una respuesta a una legislatura muy dura, durante la cual el Gobierno insular ha sido especialmente destructivo con el territorio, pues ha urbanizado más que durante el periodo que cubre desde los años 70 hasta las elecciones de 2003; y también ha impulsado políticas especialmente agresivas en relación a la lengua y al país. Para Tomeu Martí, «la izquierda ha visto que cuatro años más así eran insostenibles y podían cambiar para siempre el panorama social y cultural de las islas». Finalmente, el cambio en el liderato de estas formaciones ha permitido la entrada de gente más joven que no está marcada por antiguas diferencias, un hecho que facilita el entendimiento.
La expectativa generada en Mallorca es significativa, según Martí, pues en parte también es la expresión del descontento que ha salido a la calle durante los últimos años, sobre todo para denunciar las políticas urbanísticas. Especialmente significativa ha sido la manifestación contra las agresiones al territorio que recorrió las calles de Palma el pasado mes de marzo bajo el lema «Salvem Mallorca». Los convocantes (el Grup Ornitològic Balear con el apoyo de 170 entidades) aseguran que juntaron unas 60.000 personas, por lo que fue la movilización más grande de la historia de la isla.
En Eivissa también se ha fraguado una coalición formada por los mismos partidos que concurren juntos en Mallorca. La amplitud de las nuevas infraestructuras que está ejecutando el PP (la autopista proyectada partirá la isla en dos mitades) y el rechazo social que se ha generado podría derivar en la pérdida de uno o dos escaños por parte del PP en esta isla.
Compromís pel País Valencià
Donde también se ha conseguido un pacto ha sido en el País Valencià. En este territorio la coalición la forman EUPV y el Bloc Nacionalista Valencià. Estos dos partidos tienen un carácter muy diferenciado, pero la barrera del 5% para acceder a un diputado autonómico ha propiciado la coalición. El proceso para lograr el pacto ha sido largo y costoso, pues era urgente para el Bloc (que a pesar de recoger 114.122 votos en 2004 se quedó fuera de las Corts), pero no para Esquerra Unida del País Valencià.
La presión externa de la principal asociación cultural valenciana (ACPV) y de otros sectores sociales ha logrado la conformación del Compromís pel País Valencià para juntar sus escaños a los del PSPV y sacar al PP de la Generalitat valenciana, que, ha impulsado una política muy depredadora con el territorio y culturalmente muy dañina para la vitalidad de la lengua catalana en esta parte del país.
La Junta Electoral ha prohibido la difusión en centros públicos del documental colectivo «Ja en tenim prou (Ya basta)», que critica la gestión del PP en ámbitos como el agua, la lengua, el urbanismo o el medio ambiente.
Ante la creación de la coalición Bloc por Mallorca, el presidente de las islas Baleares, el ex ministro del PP Jaume Matas, ha contraatacado con un golpe de efecto, fichando a la escritora María de la Pau Janer, vencedora del premio Planeta en 2005, y que ocupa el número 8 de la lista electoral.
Janer, miembro de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana, mostró su apoyo a la candidatura encabezada por Artur Mas (CiU) en las pasadas elecciones al Parlament de Catalunya, y se ha mostrado crítica con la dirección del PP en Madrid, que calificó de «radicales y desagradables». Janer ha criticado especialmente la política lingüística llevada a cabo en el País Valencià, donde actúan en contra de la normalización del catalán, imponiendo criterios secesionistas pese al criterio de los filólogos.
El objetivo de Matas con el fichaje de Janer, confesado por la propia escritora, es tratar de desmarcarse de las políticas anticatalanistas del PP para poder mantenerse al frente del Gobierno autonómico de las islas Baleares, lo que no ha sentado nada bien en la dirección estatal de la calle Génova de Madrid.