Bidasoa-Irun afronta mañana una agónica final ante el Teka Cantabria
Julián Ruiz: «Un momento decisivo para el equipo y para la entidad»
El entrenador, arropado por Unai Arrieta y Dawid Nilsson, compareció ante los medios para pedir el apoyo incondicional de la afición
Asier AIESTARAN | IRUN
El transcendental choque de mañana ante el Balonmano Cantabria (18.30, Artaleku) marcará, en gran medida, el futuro del Bidasoa-Irun en los próximos años. A falta de seis jornadas para que termine la Asobal, el club irundarra ocupa la última plaza de la tabla a cuatro puntos -dos victorias- de la salvación y un triunfo ante el Teka, otro histórico en apuros, puede ser el punto de inflexión que necesita una castigada plantilla.
«Creo que, tras todos lo problemas que hemos tenido durante la temporada, hemos llegado al momento decisivo para el equipo y para la entidad. Aunque las matemáticas todavía nos darían alguna opción en caso de no ganar, creo que el del sábado es un match-ball para nosotros», enfatizó el entrenador del Bidasoa Julián Ruiz.
Por ello, Ruiz apeló de forma directa al aficionado para que apoye al equipo en esta delicada situación: «Necesitamos más que nunca el matrimonio, la simbiosis, entre los jugadores y la afición. Será un partido duro, trabado por los nervios que atenazarán a ambos equipos, como los últimos que venimos jugando. Precisamente por eso, todas las ayudas extradeportivas que tengamos, dentro de los cauces deportivos, serán muy importantes para lograr la victoria y, con ese soplo de aire, viajar a Algeciras con muchas más ganas».
Julián Ruiz afirmó que en el último encuentro, en Valladolid, hubo «aspectos positivos», pero que al equipo le falta «serenidad y confianza». Asimismo, destacó «la nueva defensa 6-0» del Teka, un equipo que «apoyado en el resultado positivo de Altea y las sensaciones de León ante el Ademar, va para arriba». En el ataque, Ruiz advirtió del peligro de una plantilla con bastantes opciones: «Además del trabajo de Ben-Amor y Óscar Río, Arkaitz Vargas se está sumando bien al ataque últimamente».
Al lado del entrenador y como representación de la plantilla comparecieron Unai Arrieta y Dawid Nilsson. El extremo de Elgoibar remarcó el compromiso de todo el vestuario y la importancia de la presión del público, «como la que nosotros hemos sufrido en Logroño o Antequera», aspecto que corroboró el lateral polaco: «Con el ruido y el ambiente en contra te cuesta mucho concentrarte y es más difícil jugar a tu mejor nivel, por eso, necesitamos la ayuda del público como nunca».
Un grupo de aficionados ha organizado una comida popular para mañana. Es más, habrá kalejira a partir de las 17.00 con la ayuda de una charanga partiendo desde la Calle Mayor hasta llegar a Artaleku.
El partido de mañana será especial para Julián Ruiz, dado su origen cántabro. El entrenador del Bidasoa-Irun no ocultó su simpatía por el club montañés, pero dejó bien claro que, dada la situación que atraviesa su equipo, no piensa en nada que no sea ganar. «Si te digo la verdad, no son tiempos para la lírica. A mí, personalmente, no me gustaría que bajara ninguno de los dos, pero si tengo que elegir entre mi equipo y otro, está claro que haré todo lo posible por salvarme yo», manifestó el entrenador. En ese sentido, Ruiz volvió a referirse a la importancia de hacer piña y salir a por todas a la cancha: «Como se dice coloquialmente, va a ser un toque a rebato. Si logramos concentrar todos los esfuerzos el jugador se va a crecer y sacaremos el partido», adelantó.