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Rogelio Botanz: «Es fundamental aprender a dejar partir»

El cantautor vasco-canario Rogelio Botanz presentó ayer su nuevo disco, «Vuelos" (Gaztelupeko Hotsak), en el que regresa con quince canciones llenas de poesía y vitalidad. Recuerdos, deseos, amor y desamor pueblan este último trabajo lleno de colaboraciones.

Karolina ALMAGIA | BILBO

«Algún día, en las casas y escuelas nos entrenarán en una de las habilidades más complejas y necesarias: dejar partir. Me temo que algunas de las manifestaciones de violencia más sangrantes que nos rodean cada día están relacionadas con este tema», dice Rogelio Botanz.

De todo esto, de dejar partir, del ir, del venir, del esperar al que se fue, del recuerdo del que fue, trata «Vuelos», el nuevo disco de este cantautor de Legazpi afincado desde hace muchos años en la isla canaria de Tenerife. «Desde hace tiempo, cojo aviones continuamente, lleno de ilusión, para ir a compartir mis canciones con la gente. Y, siempre, mi agenda llega llena de nuevas ideas, de conceptos e historias que quiero desarrollar para cantarles la próxima vez».

De la ingente cantidad de canciones que compone, Botanz ha escogido quince para formar parte de este último trabajo. Las ha grabado en su propia casa, concretamente en un estudio que ha montado en el que fuera el local de ensayo del Taller Canario de la Canción. «Han pasado unos diez años desde los tiempos del Taller, en el que también estaban Andrés Molina y Pedro Guerra. Pero para mí aquello está muy muy lejos. Es gerundio. Hablo de ello en una de mis canciones».

Del mismo modo que habla de otro pasado, el de su padre en la fábrica Patricio Echeverría de Legazpi. «Fue pulidor de guadañas durante más de cuarenta años y, según mis cálculos, llegó a dejar listas un millón de guadañas, las mejores del mundo», dice con orgullo.

Otra canción está dedicada a la pintora Frida Khalo, otra a la emigración y una más, titulada «Ven», es un ruego al público. «Cuando te acercas al lugar donde vas a tocar, antes de doblar la esquina siempre te asalta la misma duda: ¿Habrán venido? ¿cuántos? ¿quiénes?».

Versión en euskara

De algunos de los temas, por ejemplo del «Si me piden cuentas», de Gabriel Aresti, Rogelio Botanz canta dos versiones: una en castellano y otra en euskara. «Es algo a lo que me lleva la relación que mantengo con Euskal Herria y mi deseo de dirigirme a los vascos en su propia lengua. Llevo treinta años fuera de aquí y, aunque intento no perder el euskara, para mí no es algo natural seguir siendo euskaldun». Según confiesa él mismo, en este intento, ha contado con la inestimable ayuda de Iñaki Aurrekoetxea, «que no es un traductor al uso, sino un poeta, un creador, un artista».

Rogelio Botanz interpretará temas de su nuevo trabajo durante la actuación prevista para hoy en el Kafe Antzokia de Elgeta y mañana estará en la Kultur Etxea de Lekeitio.

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