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TOMA DE POSESIÓN EN STORMONT

Reencuentro entre pasado y presente

«El momento de la paz" ha llegado al norte de Irlanda, con un Gobierno en el que se sientan unionistas y republicanos. Para muchos una imagen imposible, pero que fue soñada en el pasado, antes del inicio de un conflicto marcado por la desconfianza y el miedo.

Soledad GALIANA

DUBLÍN

La historia de Irlanda parece marcada por un conflicto «natural» entre dos comunidades, la protestante y la católica. Un conflicto que en el día de ayer el líder unionista Ian Paisley daba como finalizado al anunciar «el momento de la paz». Sin embargo, en los ciclos de la historia, lo que se presenció ayer en la sede del Parlamento norirladés de Stormont, no podría sino ser una vuelta al principio, cuando movimientos como United Irishmen (los Irlandeses Unidos) o The Irish Brotherhood (La Hermandad Irlandesa) iniciaron su andadura como organizaciones que amalgamaban a «católicos, protestantes y disidentes» en su lucha por la libertad de Irlanda. Quizás ése sea un paso que nunca dará Paisley, pero en su discurso de ayer, el republicano Martin McGuinness volvió a señalar que queda pendiente en su agenda.

La desconfianza y el miedo entre comunidades fue inicialmente utilizado por el Gobierno británico para debilitar las rebeliones irlandesas, dividiendo a católicos y presbiterianos, que durante los siglos XVII y XVIII protestaban ante la supremacía de la que disfrutaban los anglicanos. Una vez consumada esta división, se reforzó a través de políticas que desfavorecían a los católicos en el ámbito social, económico y político, permitiendo el desarrollo de una clase económica y políticamente dominante y, por supuesto, exclusivamente protestante.

Así se llega a principios del siglo XX, cuando la última rebelión de ciudadanos y activistas políticos contra el Gobierno británico, en la Semana Santa del 1916, y la correspondiente represión por parte del Gobierno colonial, abre las puertas a una campaña militar por parte del IRA. La guerra de guerrillas hace mella en Londres que, en 1921, invita a los líderes irlandeses rebeldes a negociar un tratado de paz, que reconocía la división de Irlanda en un norte con mayoría protestante y un sur de mayoría católica. Y aquí comienzan los mitos. El Ulster, como algunos denominan a los Seis Condados del estado norirlandés es el término tradicional que define a un área en el norte de la isla que engloba a nueve condados. Los protestantes decidieron dejar Donegal, Monaghan y Cavan por su mayoría católica.

Aunque inicialmente los norirlandeses podrían haber optado por mantenerse como una autonomía bajo el control del Gobierno del sur de Irlanda, decidieron optar por seguir en Gran Bretaña, ya que la mayoría protestante del norte temía las consecuencias de convertirse en una minoría al integrarse con el sur de Irlanda. Entre 1921 y 1972 se habla de estabilidad en el norte de Irlanda, pero fue la comunidad católica la que pagó el precio por la supuesta estabilidad política norirlandesa. La legislación que regulaba el registro de votantes -un voto por vivienda- fue utilizado por la mayoría unionista para limitar las posibilidades de los nacionalistas de incrementar su representación parlamentaria, negándoles el acceso a una vivienda social, una necesidad básica para una comunidad que, debido a la discriminación que ya sufría en materia de empleo, no podía acceder al mercado de la vivienda. Es así como a través de su propia forma de caciquismo, basada en restringir los derechos políticos, civiles, sociales y económicos de los nacionalistas, la mayoría norirlandesa obtuvo un «Parlamento protestante para un Estado protestante», tal y como enunció James Craig, primer ministro norirlandés, en el año 1934.

Operación Cosecha

En 1942, el IRA inició su campaña militar en el norte de Irlanda y, en 1948, lanzó la llamada Operación Cosecha, conocida como la Campaña de la Frontera, en las que unidades republicanas atacaron instalaciones militares e infraestructuras en el norte desde el sur de Irlanda. Sin embargo, la política de «internado» -detención sin cargos ni orden judicial-, impuesta por los gobiernos del norte y sur, debilitó la actuación del IRA.

Así pues, mediante represión y control de las instituciones, el Gobierno protestante norirlandés consiguió mantener la forzada estabilidad norirlandesa hasta los años sesenta. En 1963, Terence O'Neill se convirtió en el primer ministro para el norte de Irlanda. En un intento de normalizar la situación en el norte de Irlanda, invitó al primer ministro irlandés, Sean Lemass, a visitar Stormont en 1965. Lemass fue recibido por Ian Paisley con una lluvia de bolas de nieve.

La oposición de Paisley al acercamiento entre norte y sur de Irlanda era indicativa de la desconfianza que en el sector unionista existía hacia el Gobierno de la República. Esta oposición se centraba particularmente en los artículos 2 y 3 de la Constitución irlandesa, que reclamaban la jurisdicción sobre toda la isla. Además, la Carta Magna del sur de Irlanda identificaba la relevancia de la Iglesia católica en el Estado y la aceptación de la política de ésta, incluyendo la prohibición de que miembros de la fe católica casados con protestantes criaran a sus hijos como protestantes.

Como respuesta a la situación de discriminación de la comunidad nacionalista, en 1967 se crea la Asociación de Derechos Civiles de Irlanda del Norte (NICRA), con miembros católicos y protestantes. Las demandas de la NICRA eran un sistema electoral justo -«un hombre, un voto»-, el fin del caciquismo, y el fin de la discriminación en base a las creencias religiosas. Asimismo, exigía la desaparición de la fuerza de choque de los B-Specials y un trato de igualdad para todos los ciudadanos norirlandeses. El 15 de agosto, el entonces primer ministro, Harold Wilson, envía los primeros efectivos del Ejército británico a Belfast y Derry, y ordena al Gobierno de Belfast que lleve a cabo la reforma electoral, desmantele los B-Special y desarme y reestructure la Policía norirlandesa.

Creciente movilización

La respuesta violenta por parte del Gobierno norirlandés y la comunidad protestante -en Belfast, lealistas iniciaron un progrom y a sangre y fuego forzaron el desplazamiento de 3.500 familias- a las marchas por los derechos civiles abre la puerta a una creciente movilización de la comunidad nacionalista, que se vocaliza a través de la creciente actividad dentro del IRA que, tras un debate externo, sufre una división en 1970 entre aquellos que desean optar por una vía negociadora, y el IRA Provisional, que inicia su campaña contra las fuerzas británicas.

La creciente operatividad del IRA era causa de preocupación para el Gobierno norirlandés, por lo que decidieron imponer un toque de queda y el arresto sin cargos. Miles de nacionalistas son detenidos y encerrados. En 1972, una protesta en Derry contra esta política de detenciones es reprimida por el regimiento paracaidista, causando la muerte de 14 civiles. El Gobierno británico decide tomar control del norte de Irlanda, suspendiendo las instituciones norirlandesas.

En un intento de poner fin al conflicto, el Gobierno británico inició conversaciones con el IRA y con el Gobierno irlandés. Aunque los contactos entre británicos y republicanos no fueron satisfactorios inicialmente, se mantuvieron abiertos durante todo el conflicto, permitiendo de esta forma abrir las vías negociadoras que conducirían al Acuerdo de Viernes Santo. Sin embargo, para 1974, los británicos ya habían firmado un acuerdo aún más avanzado que el de 1998, conocido como el Acuerdo de Sunningdale. A este le siguió el Acuerdo Anglo-Irlandés en 1985, firmado por Margaret Thatcher y Garret FitzGerald, que igualmente fracasó debido a la falta de apoyo en el norte de Irlanda y a la intensidad del conflicto.

Huelga de hambre

Sin embargo, en 1981, la huelga de hambre de los presos republicanos por el estatus político no sólo acabó con la muerte de diez republicanos y con la creación de un mito en la figura de Bobby Sands, también fue la puerta abierta al juego electoral, ya que Sands se presentó a las elecciones generales británicas y consiguió un escaño en Londres. Así pues, los republicanos deciden participar en las elecciones.

Finalmente, el Gobierno británico, bajo Thatcher y John Major, decide reforzar las negociaciones con el IRA, mientras que Gerry Adams, de Sinn Féin, inicia contactos con el líder del partido nacionalista moderado SDLP, John Hume. Como consecuencia de estas negociaciones se produce la Declaración de Downing Street, el 15 de Diciembre de 1993, que otorga el derecho de autodeterminación al norte de Irlanda. Con un incremento de los contactos, la apertura de los contactos políticos con los republicanos, que inician sus viajes a EEUU y encuentros públicos con altos cargos políticos irlandeses y británicos, el IRA decide declarar un alto el fuego el 31 de agosto de 1994, que es seguido, en octubre, por las organizaciones lealistas. Este alto el fuego se rompe por una vuelta a la actividad armada entre 1996 y 1997. Sin embargo, las negociaciones continúan y dan fruto el 10 de Abril de 1998, con la firma del Acuerdo de Viernes Santo, refrendado por irlandeses norte y sur en referéndum.

El continuado compromiso republicano con el proceso y el Acuerdo, alcanzó su culminación con la decisión del IRA de poner fin a su campaña militar en julio del 2005 y su desarme dos meses más tarde. Ahora, los republicanos consideran, es el momento de ganar la paz.

fechas para la memoria: 86 años de conflicto

1921

El Gobierno de Gran Bretaña y los rebeldes irlandeses firman el tratado que da pie a la división de Irlanda y a la creación del «Estado de Irlanda del Norte».

1969

La represión contra la campaña por los derechos civiles causa crecientes revueltas callejeras que provocan el inicio del conflicto en el norte de Irlanda.

1972

El Ejecutivo británico inicia negociaciones con el IRA destinadas a alcanzar un acuerdo de paz ante el fracaso de las estrategias de criminalización.

1981

Huelga de Hambre de los presos republicanos en demanda del estatuto político que abre las puertas a la estrategia electoral para el movimiento republicano.

1993

Las negociaciones dan lugar a la Declaración de Downing Street, que reconoce el derecho a la autodeterminación y que da pie al alto el fuego del IRA, en 1994.

1998

Firma del Acuerdo de Viernes Santo, que establece un Gobierno multipartito norirlandés, y reafirma el derecho a la autodeterminación del norte de Irlanda.

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