Los vecinos de Añorga están inquietos por la actitud de la empresa cementera
M. I. |
La Comisión Medio Ambiental de Añorga mostró ayer ante los medios la inquietud que se respira en el barrio donostiarra, ya que la empresa cementera Rezola ha puesto «en cuestión dos derechos fundamentales: la salud y el medio ambiente». «Lejos de buscar alternativas que contaminen menos, quieren que la empresa se convierta en una incineradora donde se pueda quemar de todo», denunció.
«Cementos Rezola es contaminante y así está legalmente considerada ¯empezó diciendo el representante de la comisión Josean Isasa¯. De sus chimeneas salen anualmente toneladas de contaminantes, superando puntualmente los límites legales. Por lo tanto, es mucha la contaminación acumulada, como reflejan los últimos datos oficiales aportados por la misma empresa». Por poner un ejemplo, en 2004 calcularon en 2.254 kilos la contaminación de benceno acumulada, y el umbral de referencia de la Comisión Europea es de 1.000 kilos.
Isasa anunció que en pocos meses conocerán si la empresa recibe o no autorización de la Viceconsejería de Medio Ambiente de Lakua para utilizar 400 residuos en la fabricación de cemento, entre los que se encuentran plásticos, pinturas y disolventes. «Estamos hablando de un cambio drástico -remarcó-. Los residuos llegarían a constituir el 30% de la materia prima (ahora suponen el 2% en el clinker y el 5% en el cemento) y el 60% del combustible quemado (actualmente constituyen el 9-10%)».
En opinión de la comisión, la razón del radical cambio es la unión de intereses políticos y económicos, no la protección medioambiental, como argumenta la empresa. Explicó, además, que la decisión de la Viceconsejería debe ser denegatoria para la utilización de residuos. «Esta medida, seguida de un exigente control de las emisiones y de la calidad del aire, sería imprescindible para conciliar los intereses de los trabajadores y de los miles de vecinos del entorno», sentenció.