Los ciudadanos turcos podrán elegir a su presidente, una potestad que hasta ahora correspondía a los diputados, después de que el Parlamento respaldara ayer una enmienda a la Constitución que establece el voto directo de la población para escoger al jefe del Estado.

La elección directa del presidente obtuvo el respaldo de 370 legisladores de un total de 550 en la Cámara de Ankara, pero para su entrada en vigor requiere aún de la firma de su presidente, Ahmet Necdet Sezer, quien tiene también la posibilidad de vetar la enmienda.

El cambio de sistema para elegir presidente fue impulsado por el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), tras fracasar la elección de su candidato a la Presidencia, el islamista moderado Abdullah Gül, en el Parlamento debido a la falta de quórum causada por el boicot de la oposición. Gül, que finalmente retiró su candidatura, ha dejado claro que obtendría la mayoría absoluta si el pueblo tuviera la competencia de elegir a su presidente y él se postulase como aspirante.

El AKP quiere que el 22 de julio, fecha a la que se han adelantado las legislativas previstas para noviembre, la población elija al mismo tiempo al Parlamento y al jefe de Estado.

Durante la jornada de ayer se adoptaron otras enmiendas, como que el mandato del presidente pase de siete a cinco años, prorrogables a otros cinco; que las elecciones se celebren cada cuatro años, en vez de cada lustro, y que el quórum para una sesión parlamentaria se reduzca de dos tercios (367 miembros) a un tercio (187 diputados).

En el caso de que el presidente del Parlamento decidiera vetar las modificaciones de la Constitución aprobadas ayer, éstas deberían someterse a una consulta popular y dados los plazos legales marcados, parece poco probable que dicha cita con las urnas tuviese lugar antes de las elecciones legislativas del 22 de julio. Algunos analistas consideraban también muy difícil que estos cambios entren en vigor antes de esa fecha.

Por la mañana, el Parlamento de Turquía dio el visto bueno a otra polémica enmienda que obliga a que los nombres de todos los candidatos independientes a unas elecciones legislativas se incluyan en una misma papeleta, lo que fue interpretado por los analistas como un movimiento con vistas al 22 de julio para crear confusión en los electores a la hora de marcar a su candidato e impedir la entrada en la Cámara del máximo número posible de diputados prokurdos.