ANALISIS EJECUTIVO MULTIPARTITO EN STORMONT
Un buen día para Irlanda
Seán Mac Brádaigh destaca que la foto que se ha visto esta semana en Stormont supone «un capítulo muy importante en el proceso de paz y en la construcción del futuro político irlandés y subraya que Sinn Féin se convierte en un agente con el que hay tener en cuenta tanto al norte como al sur de la isla.
Seán MAC BRÁDAIGH Editor del semanario «An Phoblacht» de Sinn Féin
El autor subraya la importancia que para los republicanos irlandeses tiene la puesta en marcha del Ejecutivo multipartito de Stormont, calificando de «crucial" el impulso del Consejo Ministerial para Todo Irlanda, que tendrá jurisdicción en las 32 Condados.
Esta semana ha sido testigo de un capítulo muy importante en el proceso de paz irlandés y en la construcción del futuro político irlandés. Lo que mucha gente en Irlanda y más allá de sus fronteras pensó que nunca ocurriría, ha tenido lugar: el jefe del equipo negociador de Sinn Féin, Martín McGuinness, e Ian Paisley, líder del Partido Democrático Unionista (DUP), tomaron posesión de sus cargos a la cabeza del Ejecutivo multipartito para los Seis Condados.
El Ejecutivo es una parte de la cadena de las instituciones, que incluyen la Asamblea, las instituciones de implementación de toda la isla y lo que es más importante, el Consejo Ministerial para Toda Irlanda.
Para los republicanos irlandeses, la estructura a nivel de toda la isla de la nueva administración es crucial. La estrategia republicana pretende el incremento de este aspecto de la administración, un apoyo creciente para Sinn Féin en el norte y en el sur, e impulsar la construcción de una Irlanda Unida.
Todos los ministros del Ejecutivo fueron nominados en la primera sesión de la Asamblea en los últimos cinco años. El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, y el primer ministro británico, Tony Blair, estuvieron presentes en las ceremonias de Stormont, así como diplomáticos y representantes políticos a nivel internacional y representantes de Sinn Féin de todos los rincones de Irlanda.
Como dijo el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, el pasado martes 8 de mayo fue «un buen día para Irlanda». Muchas personas merecen la mención y el agradecimiento por conseguir que el proceso alcanzara este momento. Entre ellos, representantes de todas las tendencias políticas, nacionalistas y unionistas, así como representantes del Gobierno británico e irlandés, el Gobierno estadounidense y amigos de Irlanda en Sudáfrica y en muchos otros lugares del mundo. También hay que reconocer la gran aportación del IRA, que con sus innovadoras iniciativas regularmente relanzó el proceso de paz.
Además de celebrar los importantísimos eventos políticos, esta semana fue el momento de recordar a todas las víctimas ocasionadas por el conflicto. Mucha, mucha gente ha perdido la vida y muchas más resultaron heridas durante esos años, particularmente en los Seis Condados, pero también en el resto de Irlanda, en Gran Bretaña e incluso más allá de estas islas.
El aniversario de la muerte de Bobby Sands, el primero de los huelguistas de hambre republicanos en morir durante la épica huelga de hambre de 1981 ocurrió tan sólo días antes de los acontecimientos de Stormont. El mismo martes fue el vigésimo aniversario de la muerte de ocho voluntarios del IRA y de un civil durante una emboscada de las fuerzas británicas en Loughgall (Armagh) en 1987.
El sentido de lo ocurrido el martes en Stormont es la construcción de un futuro político que asegure que acontecimientos tales como la huelga de hambre de 1981, la emboscada de Loughgall y el resto de los trágicos sucesos de los pasados treinta y cinco o cuarenta años no tengan que ser revividos por otras generaciones.
En esta semana hemos presenciado el inicio de un proceso real de reconciliación nacional y de edificación de una nueva relación entre las gentes de Irlanda y Gran Bretaña. Hay muchos, muchísimos desafíos en el camino, pero todos pueden ser superados. La lucha de los republicanos irlandeses para acabar con la división de Irlanda, para unir nuestro país y crear una república basada en los principios de igualdad y justicia social para todos, continúa. En el contexto de lo ocurrido en Stormont, los comentarios del martes de dirigentes de Fianna Fail [el principal socio en la coalición de gobierno en la República] en el sentido de que no compartirán gobierno con Sinn Féin bajo ninguna circunstancia después de las elecciones en el sur cada vez suena más a vacio, es poco convincente y oportunista. Les iría mejor a esos políticos de la imagen si solucionaran la necesidad de construir sobre los acontecimientos del martes y empezaran a prepararse para la unificación de todos los irlandeses.
El próximo gobierno de la República necesita legislar de manera que incluya los derechos de todos los ciudadanos de la isla de Irlanda. Se debe dar la oportunidad a los representantes políticos de los Seis Condados, nacionalistas y unionistas, de participar en las instituciones políticas de los 26 condados como es su derecho. El actual gobierno, dirigido por Fianna Fáil, ha fallado en este sentido.
Los partidos políticos conservadores se muestran extremadamente presuntuosos al asumir que Sinn Féin está ansioso por unirse en un gobierno con cualquiera de ellos sin importar el precio. Sinn Féin quiere estar en el Gobierno, pero sólo con si se puede conseguir un programa progresista de gobierno que cumpla con sus expectativas.
La cuestión central es si cualquiera de estos partidos institucionalizados está dispuesto a trabajar con Sinn Féin en su agenda para construir igualdad, poner fin a la pobreza y crear servicios públicos de calidad para todos sus ciudadanos.
Sus detractores políticos saben que Sinn Féin está cambiando el paisaje político en Irlanda. tanto en el norte como en el sur, y que cada vez más este partido será el protagonista de futuras citas electorales.