Bajo la sombra de la Operación Puerto y tras la espectacular presentación en un portaviones, una crono por equipos hoy en Cerdeña da el inicio a una nueva edición del Giro. Sin Ivan Basso, se presume un coto cerrado para los italianos. Damiano Cunego es el candidato número uno a la victoria.

No está Basso y tampoco Scarponi, Hamilton, Caruso o Plaza, pues sus nombres aparecen en la investigación reabierta de la Operación Puerto. Los equipos han cumplido a rajatabla el código ético del UCI Pro Tour, pero nadie les castiga a aquéllos, los culpables siempre son los mismos: los corredores. Ellos solitos pagan a médicos, reciben tratamientos ocultos, se dopan para responder a las exigencias de sus directores y patrocinadores... ¿Quién se lo cree? Nadie.

Todos miran a otro lado cuando no les toca e incluso algunos repudian a los cazados. La UCI y los organizadores protestan pero no proponen soluciones razonables. No se quieren dar cuenta de que con hierbas no se disputa una vuelta de tres semanas y que sin los debidos tratamientos, siempre bajo la supervisión de médicos deportivos, es imposible responder a las exigencias de un deporte de elite al que se pide espectáculo.

Coto cerrado

De nuevo se presenta un Giro reservado a los italianos. Todas las miradas ayer en Cerdeña apuntaban a un corredor: Cunego. El Valverde italiano aspira a reverdecer laureles y sumar su segunda victoria tras la de 2004, cuando sólo tenía 22 años. Ahora tiene 25 y el punto necesario de madurez para repetir. A su servicio tiene un equipo de leales, empezando por Vila.

Sus rivales son dos veteranos, Simoni y Savoldelli, de 35 y 34 años, respectivamente, y con dos victorias en el Giro a sus espaldas. El primero tienen en la corsa rosa su terreno ideal: 1º en 2001 y 2003, 2º en 2005 y 3º en 1999, 2000, 2004 y el año pasado tras Basso y Gutiérrez. Quiere despedirse a lo grande, puesto que después se centrará en el BTT y en los Juegos Olímpicos de Pekín. Tiene unos escuderos de lujo: Piepoli, Cañada, Ricco y Mayo. Savoldelli, por su parte, dio la sorpresa en 2002 y 2005, pero su mejor momento parece haber pasado.

El cuarto en discordia, italiano claro, es Di Luca, que tras su cuarto puesto en 2005 se ha empeñado en pisar el podio de Milán. Su momento es bueno, como demostró en Lieja.

La única alternativa a la armada italiana la representa Popovych en el Discovery. En la lucha por el top ten están otros corredores como Garzelli, Parra, Caucchioli, Mazzoleni o Rasmussen. Otros, como Bettini o Rebellin, lucharán por las etapas, y hay expectativas por ver la evolución de Andy Schleck, Nibali, Bono o Ignatiev.

Los esprints parecen cosa de dos, McEwen y Petacchi, con el permiso de Haedo.

Perfil montañoso

La crono por equipos de hoy, de 24 kilómetros, no es más que una anécdota en una edición con 21 etapas y dos días de descanso, con cuatro finales en alto -Montevergine, Nuestra Signora della Guardia, Tres Cimas de Lavaredo y el temido Zoncolan- y la cronoescalada a Oropa. Además, hay otras dos etapas que esconden al Terminillo y al Agnello e Izoard de por medio. La única crono llana individual es el anteúltimo día, pero sólo son 42 kilómetros.

Equipos participantes