El trabajador autónomo José Gómez Ferreiro, domiciliado en Ermua, de 56 años falleció ayer sobre las 11.30 tras caerse de un tercer piso en una obra de demolición de un edificio en un solar entre las calles Olarte y Ferrerías de la localidad guipuzcoana de Arrasate.

El técnico de Osalan personado en el lugar del accidente reconoce en el avance del informe oficial que no existen las medidas de seguridad adecuadas para llevar adelante los trabajos de demolición del edificio, que corren a cargo de la promotora Ursalto. El avance determina que «no se aprecia la existencia de líneas de vida ni de arneses. Las escalas usadas para salvar las distintas alturas no cumplen con las medidas de seguridad» y reconoce que «tampoco existen protecciones colectivas».

El sector de la Construcción es uno de los más inseguros, sobre todo por la elevada precariedad y la falta de medidas de seguridad adecuadas. El trabajo se realiza en muchas ocasiones a un ritmo alto, lo que conlleva una serie de riesgos añadidos en cada obra que en muchas ocasiones provoca los accidentes. También ayer mismo se conoció que el director de producción de la empresa Kalman SA de Elgoibar, Alberto Garitano Larrañaga, de 61 años, falleció el jueves, día 10, de un infarto mientras se encontraba trabajando. De esta manera, son 46 los trabajadores que han fallecido en Euskal Herria a lo largo de este año, lo que supone que cada tres días ha muerto un trabajador.

Nada mas conocerse esta situación, los agentes sociales criticaron de manera contundente que en las empresas no se cumplen las medidas de prevención, porque «los empresarios no sienten la presión social ni de la Administración pública. Ese rumbo debe de cambiar para evitar la sangría humana».