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Canteras en Euskal Herria

Las canteras acechan a los parques naturales

La presión que la patronal de la construcción ejerce sobre las distintas administraciones para la apertura de nuevas canteras puede poner en peligro el frágil equilibrio medioambiental en Euskal Herria.

No por ser una reflexión transmitida año a año por la Asociación de Empresas de Canteras de Bizkaia (Asecabi), la demanda al Gobierno de Lakua de más licencias para la apertura de nuevas explotaciones donde extraer rocas y áridos de los montes deja de ser preocupante ya que pone en peligro el frágil equilibrio medioambiental en Euskal Herria. La presión de la patronal de la construcción y de las canteras continúa mientras las diferentes administraciones vascas no terminan de aclarar los planes de futuro en un tema de gran importancia y la permisibilidad actual da pie a irregularidades y atentados al medio natural denunciados insistentemente por organismos ecologistas y ciudadanos de norte a sur y de este a oeste del país.

Un estudio preliminar para la elaboración del Plan Territorial Sectorial de Aridos Calizos, redactado en noviembre de 2005 por encargo del Departamento de Industria, Comercio y Turismo de Lakua, realiza un somero repaso a las reservas en las canteras activas y en las futuras explotaciones que se proponen en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Los técnicos se inclinan por impulsar la minería interior de viejas canteras en desuso o en aquellas donde las reservas a cielo abierto se están agotando, además trataría de reducir el impacto visual, que no las afecciones al medio ambiente. La patronal es remisa ya que sus beneficios actuales mermarían.

No cabe olvidar que Lakua carece, por ejemplo, de un plan que regule la apertura de nuevas explotaciones, a pesar de que el asunto está pendiente desde hace 15 años.

El Ente Vasco de la Energía (EVE) en su análisis de las masas calizas con potencial extractivo repasa comarca por comarca, comenzando su estudio por Enkarterriak, donde permanecen en activo las canteras de Andaroleta hasta 2011, Galdames II hasta 2020, La Cilla hasta 2016 y Ventalaperra hasta 2018. Su vida útil, según los expertos, es de once años. Se proponen diez nuevos recursos con posibilidades de ser explotados, 6 a cielo abierto y 4 en el subsuelo. De ellos, tres se sitúan en las proximidades de canteras en activo, como las de Ranero, en Karrantza, una subterránea y otra a cielo abierto, ubicadas cerca de la explotación de Ventalaperra y dentro de los límites del nuevo Parque Natural de Armañón.

No es la única cantera que se sitúa en parajes naturales, ya que se propone una donde estuvieron las viejas explotaciones mineras de Sauco-Mina Elvira, en Galdames, cerca del espacio donde Lakua fija el biotopo de Montes de Triano. Limitando con Galdames, se encuentra El Grazal, donde se plantean tres canteras, una de ellas subterránea que, según los técnicos del EVE, produciría graves afecciones medioambientales en caso de ser a cielo abierto. En Sopuerta se plantean dos explotaciones a cielo abierto en Artatxe y El Castaño (Artatxo Haitza), lugar donde también se emplaza otra en el subsuelo, al igual que en Alcedo.

En el área metropolitana de Bilbo existen otras cuatro canteras, una, la de Mina Primitiva, sin producción, aunque las otras tres -Lantxa; Larrako, dedicada a la fabricación cementera de Rezola y que afecta al valle de Bolintxu y al entorno del parque de Mendikosolo Barrena; y Mina Bilbao- disponen de una vida útil de 21 años. Dados los impactos que han originado, se proponen ahora cuatro explotaciones en galería. Una sería en la antigua cantera del Peñascal; las otras, en Tellitu, en Barakaldo, y Kareatxeta, en Alonsotegi, que no serían posibles a cielo abierto por su gran afección medioambiental, así como la de Larrako, en Arrigorriaga, a escasos 200 metros de varios caseríos.

En Busturialdea y Lea-Artibai, donde actualmente se encuentran las canteras de Arizmendi, Peña Forua y Zubi Ondo con una vida útil de 21 años, se plantean 25 futuras explotaciones, 6 a cielo abierto ya propuestas en el Plan de Zonas Canterables de 1993, y otras 19 subterráneas, que se emplazan en los municipios de Busturia (1), Murueta (1), Forua (1), Ibarrangelu (2), Kortezubi (1), Ereño (4), Nabarniz (5), Isparter (6), Gizaburuaga (6), Amoroto (2), Aulesti (2), Berriatua (1) y Markina-Xemein (2). Las explotaciones a cielo abierto afectan a Busturia (1), Murueta (1), Gautegiz Arteaga (2), Markina-Xemein (1), Ibarrangelu (1), Berriatua (1) y Ereño (1). Seis de los emplazamientos, tres a cielo abierto e igual número en galería, se sitúan en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Respecto a Durangaldea, que es «exportadora» de áridos calizos hacia otras comarcas vizcainas y guipuzcoanas, las canteras de Apario, Markomin Goikoa, Mutxate y Zalloventa disponen, a la vista de los datos de producción de los que dispone el Gobierno de Gasteiz, de 15 años de reservas. Apario, propiedad de Cementos Lemona, fue la última explotación a cielo abierto que se abrió en la CAV; hace ya 13 años.

Polvo, voladuras, afecciones paisajísticas y medioambientales soportan los 450 vecinos de Mañaria por tres de ellas. Se proponen ahora explotaciones bajo el subsuelo en Peña Lemona, Arlanpe, Urtemondo, Aldebarrena, Untxilatx, Axpide y Atxiki en los municipios de Lemoa, Igorre, Dima, Mañaria, Izurtza, Durango, Abadiño y Atxondo. Algunas de las explotaciones se encuentran en el Parque Natural de Urkiola.

Esta comarca es considerada como «clave» por los técnicos del EVE para el abastecimiento de áridos calizos, dado que posee la explotación de mayor capacidad productiva de toda la CAV -Markomin Goikoa- que junto a la de Mutxate se agotarían para 2015, aunque no se descarta ampliar la extracción en la primera. Está previsto asimismo que la cantera de Zalloventa, en Eskubaratz, se cierre en dos años. En la ampliación de Apario -en Bedia, Lemoa e Igorre- es considerada como la «reserva estratégica» a largo plazo de la planta cementera de Lemoa.

En Arratia se encuentra en activo Nafarrondo con unas reservas de 23 años. Se proponen otras diez, además de las 4 que abarcan esta comarca y Durangaldea. Son 8 explotaciones a cielo abierto y otras 6 para minería interior. Tres están en áreas afectadas por figuras de protección medioambiental, dos de ellas para extracción subterránea. Desde Lakua se destaca que no van a existir problemas de abastecimiento «a corto o medio plazo», estableciendo que las reservas en la cantera de Nafarrondo podría llegar a desaparecer «más allá de 2025».

Peligro para Praileaitz

En Gipuzkoa, en Debabarrena, están en activo las canteras de Aizkoiltxia y Sasiola con medio siglo de reservas. Las voladuras y la extracción en Sasiola, en Deba, provocan un grave riesgo para la supervivencia de las cuevas de Praileaitz, que albergan un importante yacimiento prehistórico. En este enclave se propone la extracción en galería.

El Ejecutivo de Gasteiz apunta en su documento la posibilidad de 13 nuevas explotaciones, 4 a cielo abierto y 9 dedicadas a la minería subterránea. Seis de las masas propuestas son parcialmente coincidentes con figuras de protección denominadas Lugares de Interés Comunitario (LIC). De ellas dos han sido estudiadas como posibles áreas a explotar a cielo abierto. Las canteras subterráneas estarían emplazadas en Arno (Mutriku-Mendaro), Azpilgoeta (Mendaro), San Blas, Jaungoiko Mendi y Agerre (Mutriku); Andutz (Deba); y Kurpitzi y Sustaeta (Mendaro). A cielo abierto se ubicarían en Astigarribia-Barranco Sordeo y Caserío Agerre (Mutriku); Arroyo Aran Kilimon (Mendaro) y Goltzibar Erreka (Deba).

En la comarca guipuzcoana de Debagoiena existen cuatro canteras en activo en Kanpazar, Gomistegi, Kobate, dedicada a la fabricación de cal; y San Josepe, que no tiene en la actualidad producción, con una vida útil en su conjunto de 13 años. Los técnicos del EVE proponen 4 explotaciones en el subsuelo y otras 3 a cielo abierto. Una de ellas, la que se plantea en galería en Oñati se adentra en el Parque Natural de Aitzkorri y su periferia protegida, aunque al ser la minería interior se justifica su puesta en marcha. De este tipo se proponen lugares como Oñati Este y Oeste; y Kanpazar y Arteta Gain (Arrasate). A cielo abierto estarían en la ladera este de Peña Udala y Bedoña (Arrasate); y Jaturabe (Oñati).

En Urola Kosta sólo se mantiene en activo la cantera de Sistiaga, con unas reservas de 28 años. El Ejecutivo de Gasteiz ha seleccionado cuatro emplazamientos a cielo abierto y siete en minería interior, que entran dentro de parajes protegidos del Parque Natural de Pagoeta (Aia) e Izarraitz (Azkoitia-Azpeitia). Otras explotaciones subterráneas se ubican en Illarratzo (Aia-Zestoa-Zarautz), Ertzin, junto a la abandonada de Osinbeltz (Zestoa), Aitze (Zarautz), Oñatz, que es la continuación de la de Sistiaga (Azpeitia) y Urraki (Beizama-Bidegoian-Errezil). A cielo abierto se encontrarían en Illarratzi (Aia-Zestoa-Zarautz), Aitze (Zarautz), Oñatz (Azpeitia) y Monte Olanegi (Beizama).

En Goierri, sin explotaciones en activo, se plantean canteras a cielo abierto en San Gregorio (Ataun), que afecta al Parque Natural de Aralar, así como en Ollargain y Barbari (Zerain). Su apertura es puesta en cuestión por los propios técnicos del EVE dado el impacto medioambiental.

En el entorno de Donostialdea se encuentran las canteras de Buruntza, dedicada a la fabricación de cemento; Rofer-Buenaventura y San José con una vida últil de 27 años. Se propone una explotación a cielo abierto en Aramontzategiko Arkaitzak (Urnieta), y otras cinco en el subsuelo, en ese primer emplazamiento urnietarra, así como en Rofer-Buenaventura (Errenteria-Astigarraga), Tolareberri (Errenteria), Santa Barbara (Hernani) y Buruntza-San Jose (Andoain).

En Tolosaldea, con las canteras en Amaia y San Anton, con 22 años de reservas previstas, se apuntan nueve masas calizas, cinco a cielo abierto en Zarate (Zizurkil-Asteasu), Bildotseta (Villabona), Lapar (Altzo), así como Argañe-Intzezburu y Lizartoki (Berastegi), y cuatro en minería interior en Zarate (Zizurkil-Asteasu), Bildotseta (Villabona), Alegi (Legorreta) y Otsabio (Altzo-Lizartza).

En territorio alavés se proponen implantar explotaciones a cielo abierto y subterráneas en Ugalde, dentro de los términos municipales de Laudio y Okondo. La cantera estaría a escasos metros del barrio de Ugalde y del área de esparcimiento de Santa Lucía del Yermo.

La Mina de Laminoria, en el municipio de Arraia-Maeztu, en la Montaña Alavesa, ha ido ampliando de manera progresiva su extensión en las últimas décadas hasta convertirse en una grave amenaza para el espacio natural y paisajístico. La empresa explotadora sólo ha restaurado una pequeña parte de las 236 hectáreas de desmonte realizados desde 1971, lo que le ha valido las críticas de la Diputación. Tiene autorización para excavar 100 hectáreas más. Ahora se propone abrir una cantera en Albertia, en Legutiano.

En Nafarroa garaia, ilegales

La actividad de las canteras es probablemente la que mayor impacto ambiental origina, ya que elimina tierras, flora, fauna y paisajes, además de las innumerables molestias que originan. En la mayoría de los casos, tras la explotación de una cantera ya no existe ninguna posibilidad de volver a recuperar los valores suprimidos, por muchas medidas ambientales que se realicen. Las canteras navarras cuentan con un agravante más, y es que casi todas ellas son ilegales.

En Nafarroa Garaia están en funcionamiento unas 144 explotaciones de canteras y graveras, de las que se obtienen gravas, calizas, areniscas, yesos, ofitas, mármol, granito, magnesita, margas, tierra vegetal, etc. La mayoría de las canteras son ilegales, ya que se encuentran a menos de los 2.000 metros de distancia mínima al núcleo urbano habitado más próximo, tal como establece el Decreto del RAMINP.

Algunas de estas canteras están generando la crispación de los vecinos que viven en las inmediaciones, los cuales tienen que soportar casi a diario explosiones, ruidos, polvos e incluso el agrietamiento de sus viviendas. Se trata, sin duda, de una actividad molesta, insalubre, nociva y peligrosa, tal como la define la normativa vigente, pero el Gobierno de Nafarroa pasa por alto las ilegalidades que cometen las empresas que explotan estas canteras.

Algunos vecinos afectados por las actividades extractivas en distintos lugares están llevando sus quejas a organizaciones ecologistas y ciudadanas, a la vista de que el Gobierno navarro no atiende sus protestas y la vía judicial suele acabar en vía muerta. «En Nafarroa hay una impunidad total y absoluta en temas de cumplimiento de normativas y leyes ambientales. Todas las canteras tienen alguna ilegalidad que debería obligar a la Administración a paralizar las extracciones, pero no se hace porque hay importantes intereses económicos detrás». Así lo afirma Antonio Munilla, portavoz de Gurelur, una asociación que está haciendo un continuo seguimiento de las afecciones que provocan las canteras.

Según los datos que ha recabado este colectivo, las concesiones administrativas que se han hecho para la explotación de las canteras son «desproporcionadas» en lo que se refiere al volumen de extracción de material y a los años de concesión. Además, «ninguna cantera ha hecho los preceptivos planes de recuperación medioambiental» una vez que ha finalizado la explotación de la misma o una parte de ella.

Una de las canteras que más impacto visual provoca es la de Tiebas-Muru Artedeterra, situada a unos doce kilómetros de Iruñea. En realidad, se trata de tres canteras que se están «comiendo» una buena parte de la Sierra de Alaiz. En varias ocasiones los vecinos del pueblo han protestado por las molestias que tienen que soportar, e incluso una resolución judicial reconoció que una de las canteras es ilegal por no tener licencia de apertura ni de obras, por haberse extralimitado en la extracción y por ocupar terrenos que no le correspondían. El permiso de explotación, revocado luego por un juzgado, fue otorgado por Nuria Iturriagagoitia cuando era consejera de Industria, y los vecinos recurrieron por considerar que les había dejado en un estado de indefensión.

Las protestas ciudadanas también se vienen sucediendo en el caso de las canteras situadas junto al hermoso desfiladero de Oskia, que están «devorando» el monte Bizkai entre las localidades de Atondo y Errotz, junto al río Arakil. Se trata de una explotación ilegal, porque no respeta la distancia mínima de 2.000 metros a las poblaciones más cercanas, pero el Gobierno de Nafarroa consiente que continúe su actividad.

Relacionada con esta cantera está la de Igoa, más conocida en la localidad como cantera de Kaskailu. Se encuentra situada a 200 metros de unos caseríos y a unos 800 metros del pueblo, en un precioso entorno natural de hayedos y pastizales. Las empresas propietarias son las mismas en ambos casos, y hace años solicitaron esta explotación en previsión de que se cierre la de Oskia. La actividad se encuentra a medio gas, pero las quejas de los vecinos han sido inmediatas, ya que los camiones pasan por medio del pueblo, con todas las molestias que ello conlleva.

Gurelur también ha solicitado al Departamento de Medio Ambiente su inmediata clausura, porque «no ha cumplido ni uno solo de los preceptos legales que acompañan a explotaciones de este tipo». A pocos kilómetros de Igoa, en Eltzaburu, existe una extracción situada encima de un curso de agua. Ayuntamiento y residentes también han protestado por esta actividad «ilegal», pero se sigue extrayendo material.

Otra cantera que continúa su actividad en un lugar emblemático es la de Urbasa, junto al túnel de Lizarraga. El Plan de Uso y Gestión del Parque Natural de Urbasa-Andia prohíbe este tipo de actividades, y de hecho el Gobierno de Nafarroa ya dictaminó en su día que no iba a conceder más permisos de funcionamiento, pero ahí sigue.

Las canteras de Olazti, Magnesitas de Eugi-Aldude y Ledia, que se encuentran entre las más conocidas por sus grandes dimensiones, tampoco respetan la normativa legal, bien porque se encuentran muy cercanas a poblaciones o bien porque, como en el caso de Magnesitas, son una fuente de contaminación del río Arga. Su empresa pretende abrir otra en el paraje de Erdiz, cerca del puerto de Artesiaga, en el Valle de Baztan. Se encuentra dentro de un LIC; es decir, en un terreno que cuenta con protección de las instituciones europeas, y las protestas vecinales están siendo continuas. Curiosamente, en el caso de Olazti le concedieron a Cementos Portland el certificado ISO a la calidad ambiental, lo que ha provocado la repulsa de organizaciones ecologistas.

Otro caso polémico es la cantera de Bearin, a escasos kilómetros de Lizarra. Tanto los vecinos como el Concejo han expresado en muchas ocasiones su oposición a proseguir una explotación que les causa innumerables molestias, como ruidos y vibraciones, debido en gran parte a que se encuentra a menos de 500 metros del pueblo.

A. GOIKOETXEA-

I. VIGOR

Gehienak Lapurdi hegoaldean

Lapurdin dira Ipar Euskal Herriko harrobi gehienak. Azkaineko Larrun mendiaren magalean, Zuraiden, Urruñan eta Saran dira horiek. Nafarroa Beherean, berriz, Baigorriko Eiheralde auzoan eta Bustintzen aurki daitezke eta beste esplotazio bat dago Zuberoako Gotaine herrian. 2003an Sagral enpresak Baigorriko harrobia zabaltzeko eskaera egin zuen. Lekuko ingurumena, laborantza eta turismoa kaltetuko zituelakoan, herritar eta laborariak aurka agertu ziren. Enpresaren arabera harri guztia bukatzear zegoen eta hedatzea ezinbestekoa zen. Protestak izan arren, hedatzeko baimena onartu zioten eta prefetari eman zioten azken erabakia hartzeko eskubidea. Baina geroztik ez da zabaltzen horren berririk izan. Ainize BUTRON.

entornos en peligro: no hay distincion

Armañón

Dos proyectos de canteras, una a cielo abierto y otra subterránea, se proponen en Ranero, en Karrantza, un entorno incluido en el Parque Natural de Armañón.

Montes de triano

En los aledaños del futuro biotopo de Montes de Triano y Galdamés, se propone instalar una cantera en el antiguo emplazamiento minero de Sauco-Mina Elvira.

Urdaibai-Urkiola

Seis son las canteras, tres a cielo abierto e idéntico número en galería, que se plantean en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. En Urkiola hay otras tres.

Aitzkorri

Una cantera subterránea se propone en Oñati en los límites del Parque Natural de Aitzkorri y dos abiertas en el de Pagoeta, en Aia, e Izarraitz, en Azkoitia-Azpeitia.

Aralar

A pesar de que se citan, los propios técnicos del EVE no ven con buenos ojos abrir tres canteras a cielo abierto en San Gregorio y Zerain, en el Parque Natural de Aralar.

urbasa

Una explotación de Urbasa, junto al túnel de Lizarraga, incumple el Plan de Uso y Gestión del Parque Natural de Urbasa-Andia, que prohíbe estas actividades.

210

personas

vinculadas al mundo cultural han pedido que se preserve la cueva de Praileaitz, en Deba, en peligro por la explotación de la cantera de Sasiola.

3

en Araba

De las tres masas calizas analizadas por Lakua, dos se ubican en Aiara, en los términos municipales de Okondo-Laudio, que ponen en peligro el área de esparcimiento de Santa Lucía del Yermo.

63

en Bizkaia

Son las explotaciones que se estudian en el informe del Ejecutivo de Lakua, de las que 40 serían en minería interior y 23 a cielo abierto. En la actualidad hay en activo 16 canteras en este herrialde.

49

en Gipuzkoa

Son los proyectos que son analizados por los técnicos del Ente Vasco de la Energía, de los que 29 se explotarían en galería y otros 20 a cielo abierto con un importante impacto medioambiental.

144

en Nafarroa Garaia

Son las explotaciones de canteras y graveras de las que se obtienen gravas, calizas, areniscas, yesos, ofitas, mármol, granito, magnesita, margas y tierra vegetal, entre otras materias.

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