Sus compañeros intentaban animarle en el podio, pero a Danilo Di Luca le sabía a poco el triunfo de etapa que se adjudicó Liquigas en la contrarreloj por equipos con la que ayer dio inicio el Giro 2007.

Y es que después de casi 26 kilómetros acariciándola, la ilusión de vestirse con la primera magglia rosa de esta 90ª edición se le escapó al último vencedor de la Lieja a unos centímetros de la línea de meta..., y a manos de un compañero, Enrico Gasparotto. Primer líder, por tanto de este Giro, aunque la osadía le costase una sonora, y visible, bronca de su jefe de filas que, a buen seguro, dejó de importarle en cuanto le dieron el ramo de flores en el podio. Algo a lo que todavía no está demasiado acostumbrado el joven ciclista, campeón de Italia en 2005.

Al margen de la victoria de etapa y el, habitualmente, poco más que anecdótico primer líder, la jornada tenía otro gran foco de interés: las diferencias con las que encararán las próximas veinte jornadas los candidatos al triunfo en Milán y de las que, en buena medida, aunque restan otras dos cronos individuales, dependerá el espectáculo con el que podamos disfrutar camino de Lavaredo o de Zoncolan. O antes todavía, por ejemplo el miércoles, con la primera llegada en alto.

En ese sentido, no hay duda: al margen del propio Di Luca -cuarto en 2005-, Paolo Savoldelli fue el mejor parado. Astaná concluyó la crono en la segunda posición, a sólo 13 segundos de Liquigas, lo que permitirá al Falco salir de Cerdeña con 29 segundos de ventaja sobre Damiano Cunego -Lampre firmó la cuarta plaza- y 1'12» sobre Gilberto Simoni que, con Saunier Duval, no pudo pasar del 11º puesto en la etapa.

Euskaltel, farolillo rojo

Las caídas, lamentablemente, también se llevaron su cuota de protagonismo en el espectacular, aunque complicado, trazado de esta primera etapa.

Entre los daminificados, Euskaltel-Euskadi y Discovery Channel. El equipo norteamericano que, ante la marcha de Ivan Basso ha concedido los galones a Yaroslav Popovych -tercero en 2003- vio cómo, precisamente, el ucraniano daba con sus huesos en el suelo en el último descenso. Se trataba, además, del quinto hombre, lo que relegó a Discovery, tras una gran actuación, a la quinta plaza.

La misma suerte, mala sin duda, había corrido minutos antes Antton Luengo. La contrarreloj de Euskaltel se desarrollaba por los discretos derroteros habituales; la caída del vizcaino en los últimos kilómetros -también se trataba del quinto corredor en alcanzar la línea de meta- dejó a la formación vasca en el último puesto, a casi tres minutos de Liquigas.

Entre los corredores vascos, el mejor fue Patxi Vila, con la cuarta plaza de Lampre.