Mueren 31 pakistaníes en los enfrentamientos por la suspensión de un juez
El pulso que mantienen el presidente de Pakistán, el general Pervez Musharraf, y el suspendido jefe del Tribunal Supremo, Iftikhar Chaudhry, provocó ayer la muerte de una treintena de personas en Karachi.
GARA |
Los enfrentamientos entre los seguidores del presidente pakistaní, el general Pervez Musharraf, y el suspendido Iftikhar Chaudry, defensor de los derechos humanos, se produjeron en la ciudad sureña de Karachi, a donde el juez había acudido a un acto público en su apoyo organizado por el Tribunal Supremo de la provincial suroriental de Sindh. Sin embargo, no llegó a salir del aeropuerto, en cuyas inmediaciones murieron 28 personas y un centenar resultaron heridas en un tiroteo entre sus partidarios, y, horas después, regresó a Islamabad.
Estas 28 víctimas se suman a los tres seguidores del juez muertos horas antes a manos de desconocidos, que les dispararon desde una motocicleta mientras ultimaban los preparativos para la llegada de Chaudry a la capital comercial pakistaní.
Tras el aterrizaje del juez, la ruta hacia el aeropuerto se convirtió en una batalla campal cuando miembros del Muttahida Quami Movement (MQM), partido gobernante en Sindh que apoya a Musharraf, intentaron cortar el camino a los convoyes que iban a recibir a Chaudry.
El responsable de Interior de la provincia culpó de lo ocurrido a los partidarios del juez, que desde su suspensión el 9 de marzo bajo la acusación de «abuso de autoridad» ha ido aglutinando a su alrededor a abogados y fuerzas opositoras, como el PPP de la ex primera ministra Benazir Bhutto.
Para la oposición, el MQM intentó demostrar su lealtad a Musharraf dejando a sus partidarios armados actuar mientras las fuerzas de seguridad observaban sin intervenir.
Por la tarde, Musharraf se reunió de emergencia con el primer ministro, Shaukat Aziz, y otros altos cargos para evaluar lo ocurrido y decidió enviar fuerzas paramilitares para restablecer el orden en Karachi, pese a que ya había allí quince mil agentes.
La tensión entre el jefe del brazo judicial y el régimen de Musharraf sigue creciendo. El presidente convocó una movilización en Islamabad para contrarrestar la aparición pública del combativo Chaudry, en la que iba a intervenir, al tiempo que pedía el cese de las manifestaciones.
Musharraf rechazó imponer el estado de excepción en el país, si bien pidió que cesen las manifestaciones y la «politización» del caso Chaudry, cuya suspensión defendió como una decisión «en interés del Estado».