Kazajistán, Rusia y Turkmenistán acuerdan construir un gaseoducto en el mar Caspio
GARA |
Los gobiernos de Rusia, Kazajistán y Turkmenistán acordaron ayer la construcción de un gaseoducto a través de la costa del mar Caspio, convenio que firmarán el próximo 1 de setiembre.
Tras el encuentro celebrado en Turkmenbashi, los mandatarios ruso, kazajo y turcomano, Vladimir Putin, Nursultan Nazarbayev y Gurbanguly Berdymukhamedov, respectivamente, informaron que la construcción del gaseoducto comenzará en la segunda mitad de 2008.
Este gaseoducto, que discurrirá desde Turkmenistán a lo largo de la costas kazaja y rusa del mar Caspio, supone un revés para la propuesta europea de habilitar una estructura similar debajo del Caspio y que transportaría gas turcomano al este de Europa a través de territorio ruso. «Estamos abriendo una ruta en el Caspio debido a una petición de Turkmenistán», manifestó el presidente ruso, que especificó que el gaseoducto tendrá capacidad para transportar 20 millones de metros cúbicos para 2012.
Este acuerdo llega en un momento en que se incrementa la competición por las vastas reservas de gas turcomano después de la muerte el pasado año del presidente Saparmurat Niyazov, que había firmado convenios para construir gaseoductos para proveer a China.
Turkmenistán es el segundo mayor productor después de Rusia y sus reservas están jugando un importante papel en la geopolítica de la zona. Actualmente, Moscú controla la única ruta para las exportaciones del gas turcomano a otras ex repúblicas soviéticas y Europa.
Enriquecimiento de uranio
Por otra parte, Kazajistán y Rusia acaban de suscribir un acuerdo para crear un centro de enriquecimiento de uranio, lo que representa un primer paso hacia un centro internacional de combustible nuclear. El centro, que debería estar operativo en 2013, será gestionado conjuntamente por Kazatomprom, la Agencia Nacional Atómica kazaja, y Techsnabexport, la Compañía nuclear rusa.
«Este acuerdo no sólo es de una gran importancia económica, sino también política. Estamos demostrando a otras naciones que no estamos aplicando la tecnología de enriquecimiento con un propósito militar», dijo el ministro de Energía kazajo.