Nueva debacle en La Condomina
Una humillación sin defensa
Los albiazules vuelven a hacer el ridículo por culpa de nuevos errores defensivos, suman el decimoprimer partido consecutivo sin conseguir la victoria y parecen condenados a pelear por la permanencia con un Real Madrid Castilla que cayó ayer en Salamanca
C. MURCIA 5 - ALAVÉS 1
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
El Deportivo Alavés es un rascacielos construido con cimientos de mantequilla y éstos se están derritiendo con la llegada del calor y el buen tiempo. En otro choque de máxima exigencia, a los gasteiztarras les volvieron a temblar las piernas y su crítica fragilidad defensiva le propinó otro durísimo sopapo del que le costará levantarse. Y es que, el partido de ayer fue una humillación sin defensa para unos profesionales que en Murcia estuvieron muy lejos de merecer esa consideración.
El plantel albiazul es ahora mismo un equipo destrozado física, síquica y tácticamente y así lo demuestran los cinco goles encajados ante un Ciudad de Murcia que no se jugaba nada y que incluso se apiadó de un rival al que la corriente negativa de once partidos sin ganar arrastra al abismo sin remisión. Porque lo peor del partido de ayer es que el equipo de Oltra no tuvo que realizar, ni mucho menos, un partido brillante para infligir a los albiazules la segunda goleada más dolorosa de la temporada, le bastó con esperar y aprovechar los errores de juveniles cometidos por los de Quique Yagüe.
Con lo que hay en juego, un equipo profesional no puede encajar goles a la contra en un corner a favor, o permitir que dos rivales toquen el balón dentro del área completamente solos en una falta en contra, o recibir la puntilla en el primer minuto de la reanudación sin llegar a tocar el balón. Todo esto se dio ayer en La Condomina y así es muy fácil explicar el ridículo que protagonizaron los albiazules. Menos mal que el partido no se retransmitió por televisión y que la entrada en el campo murciano era aún más floja de las que se suelen registrar semana tras semana en Mendizorrotza.
Pero casi tanto o más que la violencia del golpe recibido ayer en La Condomina duele que, jornada tras jornada, se repitan los mismos o muy parecidos errores sin que nadie, ni jugadores ni entrenadores, sean capaces de poner fin a una dinámica suicida a todas luces.
Yagüe confía en los mismos
Pese a las pruebas realizadas entre semana, el técnico abulense volvió a decantarse por el equipo habitual en las últimas jornadas, apostando por jugadores que teóricamente le ofrecen máximo esfuerzo, a pesar de sacrificar a otros de más calidad.
La puesta en escena no fue del todo mala, pero el habitual despiste defensivo apareció a los 9 minutos, cuando los murcianos aprovecharon la mala colocación albiazul tras un corner a favor y romperles a la contra.
Un penalti sobre Arthuro permitió enmendar el error un minuto después, pero no sirvió de mucho. A los albiazules fueron fundiéndosele los plomos y otro monumental error defensivo fue el principio del fin. Los gasteiztarras permitieron a dos rivales tocar solos el balón en el área tras una falta y Goitom remató sin oposición.
Pese a la entrada de Toni Moral en sustitución de Edu Alonso, las posibilidades de remontada concluyeron al primer minuto de la reanudación, cuando Saizar aprovechó otro regalo para poner el 3-1.
En uno de los pocos gestos de orgullo del día de ayer, es cierto que el Alavés lo intentó y que el palo en dos ocasiones y José Juan con dos grandes intervenciones, frenaron la embestida, pero lo único que llegó tras otro minuto negro, fue un resultado de auténtica vergüenza.
Miguel Pérez
Siendo casi imposible destacar a nadie en el partido de ayer, el madrileño fue uno de los más incisivos e implicados.
El Real Murcia certificó ayer por la tarde su ascenso a Primera División con un empate en El Toralín (1-1) que complica aún más la permanencia en segunda para la SD Ponferradina. De esta manera, el equipo dirigido por Lucas Alcaraz podrá celebrar su centenario en la máxima categoría del fúbol español.
Quique Yagüe explotó ayer contra sus jugadores en una rueda de prensa muy violenta en la que arremetió con dureza contra la falta de actitud mostrada por los jugadores en el partido de ayer en Murcia.«Ha sido un partido de un equipo que ha ido y otro que no ha ido, sin más».
En un tono muy agrio y que mostraba un gran malestar, el técnico albiazul se mostró especialmente cabreado con los goles encajados. «Ellos ganaban balones, los cogían y nosotros ni íbamos ni robábamos balones ni marcábamos y eso se ha visto en el campo, si no lo digo soy gilipollas. Los goles son jugadas a balón parado, como la semana pasada, que lo único que tienes que hacer es marcar al que te toca. Está hablado y estudiado, ¿quién tiene que marcar, el Espíritu Santo?».
Lo más preocupante de todo fue comprobar que la descomposición es enorme. «Claro que tiene difícil arreglo. Para ganar lo primero que hay que hacer es querer ganar. Si no queremos ganar no ganaremos, nadie nos va a regalar nada, para ganar hay que meterle huevos, correr, saltar, marcar y nada de esto se hace. Vamos a destiempo siempre».
El técnico abulense no se cortó un pelo y criticó con dureza a los suyos. «Ya no es cuestión de calidad porque nosotros presumimos de mucha calidad, pero ¿para qué queremos calidad si tenemos la pelota y nos la roban? Si nos la tiran y no la peleamos, vamos a llamar a las cosas por su nombre, cojones. Estoy harto de oir que tenemos mucha calidad. Ahora no hace falta calidad, hace falta más cojones e implicación. Es una vergüenza que nos metan cinco».
«Ahora estoy jodido, mañana lo estaré un poco menos y dispuesto a trabajar, pero me tienen que transmitir algo, tienes una impotencia que es la leche. Porque a mí esto nunca me había pasado, al equipo le pides por lo menos que marque, que esté encima, que te lleves el balón, que haya pelea... Pelean dos y se la lleva siempre el mismo», se lamentó.
ORMAZABAL
Después de las fuertes declaraciones de Quique Yagüe en la sala de prensa de La Condomina, todos los profesionales albiazules tuvieron un largo periodo de reflexión, ya que regresaron a Gasteiz en autobús. El viaje de ida lo hicieron en avión, pero la vuelta fue por carretera.
En ausencia de Dmitry Piterman, el ex entrenador albiazul Mario Luna, predecesor de Quique Yagüe en el cargo, fue el representante del equipo gasteiztarra en el palco de La Condomina de Murcia. En principio estaba prevista también la presencia de César Martínez.
Quique Yagüe desveló antes del partido que, después de varias semanas fuera del once inicial por decisión táctica, ayer tenía decidido que el central navarro entrara en el equipo titular, con la misión de parar a Goitom, pero se quedó en el banquillo por una sobrecarga muscular.
