Final de la UEFA en Glasgow
Valverde pretende cobrar la deuda de Clemente del 88
El Espanyol aspira a su primer título europeo, pero sale como víctima del vigente campeón, el Sevilla
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
El Espanyol de Barcelona pretende conseguir esta noche en el estadio Hampden Park de Glasgow (20.45 Antena 3) su primer título europeo y cobrarse de esta manera la deuda que contrajo en 1988, cuando los catalanes cayeron ante el Bayer Leverkusen en la tanda de penaltis tras haber vencido por 3-0 en el partido de ida -la final se jugaba entonces a doble partido-. Se da la curiosa circunstancia de que será otro técnico del Athletic -que también tuvo que salir por la puerta de atrás del club rojiblanco en época de Lamikiz-, Ernesto Valverde, el encargado de intentar cerrar esa herida abierta hace 19 años.
No lo tendrá nada fácil, sin embrago, el equipo barcelonés, ya que enfrente se topará con el vigente campeón, un Sevilla que se ha mostrado como el equipo más potente en la Liga y que es el único equipo del continente con opciones al título en las tres competiciones en las que participa. En ambos casos los dos equipos se presentan por segunda vez en una final de la Copa de la UEFA, aunque los sevillistas, hace ahora un año en la ciudad holandesa de Eindhoven, no quisieron perder la oportunidad de llevar el primer trofeo continental de su centenaria historia a las vitrinas del Sánchez Pizjuán y se impusieron con contundencia al Middlesbrough inglés por 4-0.
Iraizoz, titular
Más allá de su propia memoria histórica, el Espanyol comparece en Hampden Park en plena dinámica positiva. Camina tranquilamente por la Liga, pero sobre todo, ha firmado una UEFA impecable. Con los números en la mano, el Espanyol puede presumir de ser el mejor equipo de la competición, con once victorias y tres empates, 32 goles a favor y nueve en contra.
Su entrenador, Txingurri Valverde, que ha manifestado que tratarán de ser fieles a su estilo, ha logrado moldear un equipo muy competitivo. Y la alineación que presentará ante el Sevilla ofrece pocas dudas, tan sólo un puesto en la línea de ataque: apostar fuerte con dos puntas -Tamudo y Pandiani- o guardarse al uruguayo (máximo goleador de la UEFA con 11 goles) para apostar por Rufete en la derecha. Por lo demás, el Espanyol jugará con su portero de la UEFA, el iruindarra Gorka Iraizoz, y una defensa compuesta al 75 por ciento de jugadores de la casa, con Jarque, Torrejón y David García junto al argentino Zabaleta.
Juande Ramos sólo tiene una baja obligada para este partido, la del central francés Julien Escudé, quien ante Osasuna vio una tarjeta amarilla que le acarrea suspensión.
El técnico manchego, con su acertado sistema de rotaciones para competir al máximo en los tres frentes abiertos, ha recuperado al central Javi Navarro, con problemas de rodilla, y al goleador del equipo, el malí Frederic Kanouté, quien se cuida de unos problemas de pubis que le hacen parar más de lo que Juande quisiera.
Otro jugador que llega justo a tiempo para la final es el extremo izquierdo brasileño Adriano Correia, después de varias semanas de baja por una dolencia muscular, que está en condiciones de jugar la final.
Javier Clemente, entrenador del Espanyol en 1988 y actual seleccionador de Serbia, declaró que el equipo actual y el de la final ante el Leverkusen «sólo se parecen en el nombre». Para el técnico vasco, el actual Espanyol es más fuerte por tener «mucha más experiencia», ya que en su época fueron «demasiado inocentes».
Clemente subraya en este sentido que los jugadores de la actual plantilla «llevan más tiempo jugando a nivel internacional, algunos han estado en grandes equipos, mientras que aquel equipo de 1988, menos Pichi Alonso, los demás aún no teníamos mucha experiencia y éramos casi unos debutantes. Fuimos demasiado inocentes», reiteró, pese a que quiso reivindicar el éxito de aquella temporada que firmó el Espanyol hace 19 años.
Con todo, no comparte la idea de que el fútbol le debe un título europeo al Espanyol. «No nos deben nada porque aquella UEFA la tuvimos en nuestras manos y se nos escapó, y debo decir que el Leverkusen fue justo vencedor porque nos remontaron un 3-0 y nos ganaron en los penaltis», afirmó.
J.O.