Coincidiendo con la festividad de San Isidro, el sindicato EHNE subrayó su crítica hacia el nuevo Plan de Desarrollo Rural Sostenible 2007-2013 que prepara el Departamento de Agricultura del Gobierno de Lakua, afirmando que continúa con su política anterior en lugar de aprovechar para mejorar la situación del sector primario vasco.

EHNE denunció que, del presupuesto total de 245 millones de euros que prevé el plan, el 20% irá destinado a las grandes industrias agroalimentarias, el 14% a proyectos no relacionados con la agricultura y el 13,5% al sector forestal, mientras la mayor parte de lo que debe ir destinado a la agricultura «se lo come la burocracia».

El sindicato agrario, a través de Andoni Unzalu, Eneko Labrera y Yolanda Urarte (UAGA), calificó la filosofía del plan como «una apuesta neoliberal a favor de la agroindustria y del label marketing».

Recordó que las ayudas a la internacionalización de empresas agroalimentarias perjudican a los productores locales. Así, para poder recibir las ayudas previstas el plan pone como condición a estas industrias que el 60% del producto que comercializa sea elaborado en la CAV.

Producto de fuera

Para EHNE no es suficiente y, sobre todo, permite que el 100% de la producción agraria que recibe la industria para elaborar esos productos pueda proceder de cualquier parte.

Este es, según el sindicato, el modelo de Iparlat, con plantas en México y Chile, que ahora se quiere extender a otros sectores, como el caso de la carne con Gurokela, donde es posible recibir ayudas elaborando carne procedente de otros lugares de Europa. Por ello, reclamaron prioridad para la producción agroganadera autóctona.

Por otro lado, EHNE denunció la pérdida de suelo agrario de 700 hectáreas al año y no ve protección suficiente en el plan frente a otros usos como actividades, viviendas o infraestructuras que hace que se especule, suba el precio y se dificulte el acceso a la tierra a los agricultores. En tercer lugar, señaló que el plan no recoge ninguna relación entre el sector forestal y el baserritarra, y advirtió de que pueden aparecer problemas de abandono, suciedad e incendios si el sector forestal pierde interés económico como parte del sector agrario.

Igualmente, criticó que el área de la agricultura ecológica «está muy poco desarrollada y parece que se quiere comparar con la integrada».

También opinó que el plan deja sin determinar los sistemas de puntuación para fomentar la instalación de jóvenes o las cantidades de algunas medidas agroambientales, entre otras medidas.

Con todo, los representantes de EHNE señalaron algunos aspectos positivos como la intención de llevar al máximo las indemnizaciones para la agricultura de montaña, la posibilidad de llevar a cabo la formación profesional a través del sindicato, partidas para el productor transformador o ayudas a la mejora de pastos.