Los corredores que integran el pelotón del Giro de Italia vivieron ayer la jornada de descanso y traslado con la vista puesta en la etapa de hoy, primero de los cuatro finales en alto que aglutina la ronda de este año.

Dos de los grandes favoritos, los italianos Danilo Di Luca y Damiano Cunego, ya saben lo que es ganar en el santuario de Montevergine di Mercogliano (1.260), que es donde finaliza la etapa de hoy. Lo hicieron en 2001 y 2004, respectivamente.

La jornada consta de 153 kilómetros, con el Picco de San Angelo (470) como aperitivo en el kilómetro 51. La guerra entre los favoritos se desatará en los 17 kilómetros que llevan a Montevergine, un alto que tiene una pendiente media del 5% y una máxima del 10%. No se trata de un puerto demasiado dura, pero el hecho de ser la primera toma de contacto con la montaña, que coincide además con el día después de la jornada de descanso, puede deparar sorpresas y algún hundimiento imprevisto.

De momento, Di Luca, que «cedió» la maglia rosa a su compañero Gasparotto en la tercera etapa, parte con ventaja respecto al resto de favoritos. Paolo Savoldelli se encuentra a 13 segundos del líder de Liquigas; Damiano Cunego, a 42; Yaroslav Popovych, a 49; Stefano Garzelli, a 1.02; y Gilberto Simoni y Riccardo Ricco, a 1.25.

El mejor vasco en la general es Patxi Vila, que se encuentra en el puesto decimosexto a 42 segundos, seguido de Aitor Pérez Arrieta, a 1.23, e Iban Mayo, a 1.25.

Di Luca, cerca de estar a tope

En vísperas de la primera gran batalla, Di Luca señaló que «he tratado de que mi mejor estado de forma llegue un poco más tarde que otros años. La idea es estar a tope para las últimas diez etapas, para la alta montaña, es decir, para cuando lleguen las Tres Cimas de Lavaredo y Zoncolan».