El Ejército israelí continuó ayer los ataques aéreos a distintos puntos de Gaza por octavo día consecutivo. En doce horas, se produjeron cuatro bombardeos israelíes, dos de ellos, contra instalaciones palestinas, supuestamente, utilizadas por Hamas en la franja de Gaza. Además, en la noche del lunes al martes destruyeron, al parecer, un almacén de armas y un centro de operaciones, según un parte militar israelí.

Tras el ataque contra Sderot, en el que murió una persona, Israel elevó aún más si cabe el nivel de respuesta y volvió a amenazar a todos los representantes de Hamas.

El viceministro de Defensa, Efraim Sné, incluso, no descartó atentar contra el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Ismail Haniyeh. «Lo diré de esta manera, no hay nadie en la cúpula de comandantes y líderes de Hamas que sea inmune a un ataque», insistió. «Cuando alguien aboga por que el Estado de Israel sea destruido, no es un líder político, sino un terrorista en toda regla», añadió. Pese a esta clara y reiterada amenaza, Haniyeh prosiguió con su agenda de trabajo.

Sobre el ataque contra Sderot, situada a menos de dos kilómetros de la franja de Gaza, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, reconoció que no tiene una rápida solución para poner fin al lanzamiento de cohetes.

Peretz pide mantener el boicot

Desde abril de 2001, más de 3.2000 proyectiles han caído en un área de nueve kilómetros en torno a esta ciudad israelí, provocando desde entonces la muerte de ocho personas de esta localidad y de otras tres personas en las inmediaciones del paso industrial de Karni.

Por su parte, el ministro de Defensa, Amir Peretz, llamó a la UE a seguir boicoteando al Gobierno de unidad nacional palestino. «Ahora es el momento de examen para la diplomacia europea, estadounidense y del mundo libre», advirtió en la reunión con el alto representante de la UE Javier Solana.

«Le pido que anuncie que mientras continúe la escalada cesen todas las intenciones de transferir fondos a Hamas. Toda la buena voluntad expresada hacia el Gobierno de unidad nacional tiene que cesar», incidió.

Solana, mientras, no tuvo palabras de denuncia para Israel y se limitó a expresar la voluntad de la UE de «ayudar a calmar la situación».