Al menos seis personas murieron y alrededor de ochenta resultaron heridas como consecuencia de un atentado con bomba en un centro comercial en Ankara, un edificio de siete pisos con un centenar de negocios y una estación de autobuses. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, había confirmado la muerte de cinco personas, pero una hora poco después murió una sexta a consecuencia de la gravedad de sus heridas. Sin embargo, desde un primer momento, la cadena de televisión CNN Turk elevó la cifra de fallecidos a diez.

El primer ministro aseguró que se trató de una bomba, descartando así la hipótesis del «accidente», que había sido mencionada con anterioridad por el gobernador de Ankara, Kemal Onal, y calificó de «atentado terrorista» lo ocurrido.

Numerosas ambulancias se desplazaron al lugar de los hechos, el centro comercial Anafartalar, en la céntrica plaza de Ullus, una de las zonas más turísticas de la capital turca, donde la Policía puso en marcha un dispositivo de seguridad para impedir el acceso a la zona.

La televisión local informó de que la explosión pudo haber sido causada por un paquete dejado en la estación de autobuses, por una bomba accionada por control remoto en la entrada del centro comercial o por la acción de un kamikaze. De hecho, los investigadores barajan las tres hipótesis, incluso la de que no hubiera sido una bomba, pero el gobernador, Kemal Onal, precisó que la explosión se produjo en la entrada principal y que el explosivo fue colocado entre ésta y la parada de autobús.

También la cadena de televisión local Star TV, que difundió imágenes de cuerpos inertes tendidos en la zona de la deflagración, aseguró que la causa era un paquete con explosivos abandonado en la parada de autobús.

Ciudadanos paquistaníes

Recep Tayyip Erdogan concretó que al menos uno de los fallecidos y cuatro de los heridos trasladados a centros hospitalarios eran ciudadanos paquistaníes. Se da la circunstancia de que en Ankara se celebra desde ayer una feria internacional de armamento, con la participación de 500 empresas de medio centenar de paises, por lo que la presencia de pakistaníes era alta en la capital.

Además de las víctimas personales, los daños materiales, tanto en el centro comercial como en los edificios contiguos, fueron muy cuantiosos.

Fuentes policiales indicaron a la cadena de noticias NTV que en el atentado se empleó el tipo de explosivo A-4 y dejaron entrever que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) podría ser responsable del ataque. También el primer ministro se refirió a una posible autoría kurda cuando señaló que «a pesar de todas las medidas de seguridad que hemos tomado, en especial de cara al verano, ha sucedido este incidente. Nunca se sabe dónde golpeará el terrorismo», se lamentó, al tiempo que hizo un llamamiento a la unidad de la comunidad internacional «contra el terrorismo».

En los últimos años militantes kurdos han reivindicado atentados con bomba que han tenido lugar sobre todo en verano en centros urbanos y lugares turísticos, sin embargo la organización que los ha asumido ha sido Halcones para la liberación del Kurdistán y no el PKK de Ocalan. Y ambas organizaciones han asegurado públicamente no tener relación entre ellas.