Polonia como problema. El canal Euronews, ese gran desconocido, ese lugar en el desierto de las parrillas, un servicio de información limitado, institucional, pero de muy buena factura, emite constantemente. Por esa cadena acostumbro a enterarme de algunos asuntos de nuestros conciudadanos europeos, ¿recuerdan? Sí, esos que pertenecen al mismo club económico y que en ocasiones hacen actos bajo la misma bandera y el mismo himno. Asuntos que en muchas ocasiones son tratados por las generalistas y en otras más, que, al ser muy locales y especialmente de países del ámbito del Este, no merecen la atención de la Europa que se cree rica.

Por eso digo que Polonia es un problema para la UE. Polonia, es decir sus actuales dirigentes, son un problema para los propios polacos. Los dos gemelos que están al frente del Estado y del Gobierno polacos son la extrema derecha más visible. Católicos recalcitrantes, anticomunistas hasta la náusea, homófobos esperpénticos, de tal modo que han dictado leyes para que ningún maestro ni profesora pueda ejercer si es homosexual o lesbiana. Estas gentes de tanto rosario y de comerse tantas hostias alucinógenas, acaban de prohibir la exhibición por la televisión polaca de los «Teletubies». La razón es tan absurda como real: uno de los personajes viste de morado, es masculino, pero lleva un bolso, y eso es considerado que incita a los niños a no sé qué. Porque la mente recalenturienta de estos personajes tan extremos, con tantas levitaciones y éxtasis, es siempre imprevisible. Este tipo de actuaciones censoras son un grave problema para la UE.

Pero la televisión es una contradicción en términos absolutos, y el mismo día, en un episodio de «Padre de familia», la serie demoledora, bestia, incorrecta en todos los términos políticos que emite la Sexta, uno de los hijos de Peter, el protagonista, arremetía contra los mismos muñecos televisivos, pero por el lado contrario, porque los consideraba absolutamente aburridos, mediocres y pastueños. Es decir, los gemelos se masturban con un teletubie y el niño se arranca a gritar porque le rompen los nervios. Me siento más representado por el niño histérico que por los gemelos morbosos.