Turquía no acepta la Unión Mediterránea como opción frente a su adhesión a la UE
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía señaló ayer de que valorará la propuesta sobre una Unión Mediterránea planteada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aunque advirtió de que no aceptará este plan como alternativa a su adhesión a la Unión Europea.
GARA |
El Gobierno turco aseguró ayer que nunca aceptará la Unión Mediterránea propuesta por Nicolas Sarkozy, si ésta constituye como una alternativa a la entrada de Turquía en la Unión Europea (UE). «Estamos evaluando aún la cuestión. No tenemos información tangible sobre lo que sería este Club Mediterráneo (...) Pero también debería destacarse que esperamos conseguir ser miembros de pleno derecho de la UE y que no aceptaremos algo menor», señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Levent Bilman.
El presidente francés se opone radicalmente a la entrada de Turquía en la UE, tal y como dejó claro durante la campaña electoral. En cambio, promueve la creación de la Unión Mediterránea que incluya a Turquía junto a los países ribereños y que tendría por vocación «trabajar estrechamente con la Unión Europea y, más adelante, con instituciones comunes».
Sin embargo, en Turquía existe cierta suspicacia sobre las verdaderas intenciones de la iniciativa de Sarkozy.
Marco constitucional
Por otro lado, el Tribunal Constitucional anunció ayer su intención de presentar una querella contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, por sus críticas contra la Corte después de la invalidación de la primera votación para la elección del candidato gubernamental a la Presidencia de la República por falta de quorum.
En opinión de la presidenta del Tribunal, Tulay Tugcu, la decisión de la Corte puede ser criticada «científica o legalmente»; sin embargo, los reproches nunca deberían ir más allá del «marco constitucional». El primer ministro calificó la decisión de la Corte como «una bala disparada contra la democracia» y «una desgracia».
El Tribunal Constitucional se va a querellar contra el primer ministro turco por calificar uno de sus fallos de «una bala disparada contra la democracia».