Las durísimas rampas de Zoncolan hicieron flaquear a Danilo Di Luca (Liquigas) por primera vez en este Giro. No obstante, la ascensión fue tan exigente que no se libró nadie del sufrimiento y hasta Simoni (Saunier Duval), cuyo cambio de ritmo rompió el grupo de favoritos a seis kilómetros de meta -en plena rampa del 22%-, tuvo que aflojar en la parte final para conformarse con la victoria de etapa. Un triunfo logrado, en gran medida, gracias a la gran labor de Piepoli (Saunier Duval).

El equipo español volvió a ganar la etapa tras un gran trabajo de equipo, pero Di Luca demostró otra vez que, entre la ventaja que tiene respecto a sus adversarios y su frialdad para superar el mal momento que pasó en las exigentes rampas del nuevo Mortirolo descubierto por los organizadores, tiene el Giro en el bolsillo.

Terreno había para haber asaltado la maglia rosa, pero fuerzas muy pocas. Detrás de Simoni se fueron Schleck (CSC) y Piepoli, mientras que Cunego y Di Luca se quedaron rezagados. Parecía que el trío podría abrir brecha, pero la ventaja se estabilizó en torno a los treinta segundos, pese a que el líder se retorcía. El corredor de Liquigas, sin embargo, dosificó muy bien sus fuerzas y subió a ritmo, la única forma de no hundirse en Zoncolan.

Piepoli tomó el mando en los últimos kilómetros, ya con la mente puesta en la etapa, ya que Schleck (CSC) no parecía un rival fácil para jugarse los cuartos. El menudo italiano atacó a pocos metros de meta y esperó a que Simoni le sobrepasara para ofrecer a su líder una victoria de etapa que se le había resistido hasta ayer en este Giro.

Antes de la batalla final, un grupo de doce corredores protagonizó la fuga del día. Estos valientes, entre los que se encontraba el guipuzcoano Markel Irizar (Euskaltel), comenzaron la ascensión a Zoncolan con cuatro minutos de renta. El grupo de favoritos fue reduciendo paulatinamente la ventaja y absorviendo a los corredores que se descolgaban de la cabeza.

Cioni (Predictor) se marchó en solitario, pero pagó el esfuerzo quedándose clavado y siendo superado más tarde por otro escapado, Codol (Acqua-Sapone). Los dos fueron engullidos por Simoni, Piepoli y Schleck, que fueron los más fuertes en una subida terrible.

Primer triunfo de la temporada

Así las cosas, el veterano ciclista transalpino venció en Zoncolan por segunda vez, las dos únicas en las que el Giro masculino ha visitado la cima. Su triunfo de 2003, no obstante, lo logró por la vertiente de Sutrio, más suave que la de Ovaro, que es por donde subieron ayer.

Se trata de la primera victoria de Simoni y la 36 de su palmarés, donde figuran conquistas como la del Angliru y Abantos en la Vuelta, el Mont Faron en la París Niza o la etapa de Loundenville en el Tour. Un depredador de las montañas que debutó como profesional en 1994 para dejarlo desesperado en 1998 para ser mecánico de bicicletas. Su regreso, un año más tarde, le lanzó a la gloria. Ésta será su última campaña, y la de ayer, quizás, su última victoria.