Osasuna no pudo poner la guinda que merecía a la temporada en la que sus aficionados acariciaron su primera final europea. Pese a ser infinitamente superior a un Atlético de Madrid que se jugaba poder jugar esa UEFA que tan buenos momentos ha dado a la parroquia iruindarra, el resultado del partido final no fue justo con un equipo rojillo que perdonó en exceso y sí con un Atlético de Madrid al que la fortuna le llegó para conseguir el triunfo pero que no pudo estirarla como para clasificarse para la competición europea.

En una jornada marcada por las despedidas, el equipo de Ziganda fue superior al de su antecesor Javier Aguirre en todas las parcelas del juego menos en la eficacia y una jugada aislada y un gol de rebote les sirvió a los colchoneros para conseguir un triunfo donde no vencían en los últimos trece años.

Las ganas de agradar a la afición por parte rojilla fueron mucho más consistentes que la necesidad atlética de vencer para estar en UEFA y Osasuna comenzó avasallando, con dos oportunidades clarísimas nada más comenzar. Primero, Milosevic estrelló el balón en el palo tras una buena internada y casi de inmediato, Miguel Flaño no acertó a portería vacía un balón que le llegó desde la derecha.

Mientras Osasuna movía bien el balón, como durante toda la temporada, el Atlético de Madrid no jugó a nada. Sin ninguna continuidad, Agüero fue el encargado de llevar el peligro a las inmediaciones de Juantxo Elia. Tras un aviso con un disparo desde el borde del área, el menudo delantero argentino fabricó la jugada del primer tanto rojiblanco, con una penetración desde el costado izquierdo, con un centro al segundo palo que Maxi Rodríguez envió a las redes de postura nada fácil.

Aunque Osasuna había agobiado mucho al equipo de Aguirre con constantes corners en los que Leo Franco no anduvo especialmente acertado, la efectividad rojiblanca le permitió retirarse al descanso con una ventaja a todas luces inmerecida por lo demostrado durante los primeros 45 minutos.

Empata Milosevic

En la reanudación, el equipo rojillo en igualar la contienda. Tras intentarlo por todos los medios posibles, Savo Milosevic pudo despedirse de la afición del Sadar de la mejor forma que sabe, haciendo un gol. A los dos minutos, Juanfran ganó la línea de fondo tras superar a Antonio López y su medido centro lo remató a gol el serbio.

Sin embargo, la igualdad no duró mucho, ya que siete minutos después el Atlético consiguió el segundo tanto en una jugada muy afortunada. Seitaridis centró un balón desde la derecha con la mala fortuna de que, en su intento de despeje, Monreal introdujo el balón en su portería con una extraña parábola que superó a Juantxo Elia.