El espacio principal de la sala Rekalde acoge la primera exposición individual en el Estado español del joven artista norteamericano Sean Snyder, mientras que el espacio denominado Gabinete Abstracto de la misma galería presenta la exposición colectiva y el taller de edición «Si vas, escríbeme a la llegada», dentro del programa Periferiak 07. Esta muestra-taller acoge las obras de cinco artistas y colectivos: Discoteca Flaming Star, Karl Larsson y Frans Josef Petersson, Jon Mantzisidor, Peter Piller e Isidoro Valcárcel.

La exposición individual de Sean Snyder, de 35 años, que vive y trabaja en Berlín y Kiev, fue presentada ayer en conferencia de prensa por la diputada foral vizcaina de Cultura, Belén Greaves, de cuyo departamento depende la sala Rekalde, y la comisaria de la muestra, Leire Ver- gara. Vergara explicó que lo que hace de Sean Snyder uno de los artistas más relevantes del panorama internacional actual es su metodología de trabajo y la faceta experimental que tienen sus proyectos, basados tanto en soporte fotográfico como de vídeo o televisión.

La comisaria de la exposición manifestó que el artista estadounidense «lleva décadas investigando sobre los impactos que tienen los medios de comunicación a la hora de moldear la arquitectura y ordenación urbanas, y las transformaciones que producen en las sociedades cuando difunden sus imágenes».

«Snyder -agregó Leire Vergara- reclama en sus obras un espacio para el arte como espacio crítico donde suscitar la reflexión y la toma de conciencia colectiva sobre la sociedad contemporánea que vivimos».

El artista expone en Bilbo seis de sus proyectos más recientes, algunos de los cuales versan sobre la Guerra de Irak, titulados «Analepsis» (2003-04), «The Site» (2004-05), «Casio, Seiko, Sheraton, Toyota, Mars» (2004-05) «Optics. Compression. Propaganda» (2006-07), que conforman un mismo cuerpo de trabajo; «Sin título» (Archivo Irak) (2003-2005), y «Esquema (Televisión)» (2005-07).

El artista detiene su mirada sobre los métodos concretos de reproducción de las imágenes, tanto analógicas como digitales, con la intención de cuestionar la noción de «verdad fotográfica». De esta forma, los trabajos presentes pueden ser entendidos como una serie de casos de estudio sobre la producción de la imagen mediática contemporánea.

Las obras expuestas analizan minuciosamente el vocabulario visual que comprende toda imagen y los procesos tecnológicos implícitos, no sólo en su producción sino también en su reproducción y posterior diseminación por los medios.

En definitiva, explicó Leire Vergara, se trata de hacer visible la mecánica de transformación y desintegración de los datos visuales que se dan en el proceso de consumo de la información, así como de las técnicas de propaganda.