GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

negociación Gobierno-ETA: del 22-M al 30-D

De credibilidad y de políticos

La información publicada ayer por este diario sobre los acuerdos entre ETA y el Gobierno volvió a ser contestada por quienes defienden al Ejecutivo de Zapatero descalificando a GARA y tratando de poner en duda su credibilidad. Sin embargo, muchos de los que ayer hablaron no tuvieron empacho alguno en otras ocasiones en basarse en informaciones de GARA para utilizarlas políticamente. El PSOE utilizó las informaciones y documentos que GARA publicó sobre la tregua de 1998 en contra del PNV primero y del PP en esta legislatura. Y Llamazares los leyó desde la tribuna de oradores del Congreso el 6 de junio de 2006

Iñaki IRIONDO

El 14 de mayo de 2005, cuando todavía no era ministro del Interior sino portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba mostró en una rueda de prensa su extrañeza por las afirmaciones de José María Aznar de que el Gobierno que presidió jamás negoció con ETA. Rubalcaba pidió seriedad al tratar de estos asuntos. «Fueron a lo que fueron, a negociar, lo que pasa es que, desgraciadamente para todos, no salió bien», y añadió que «esas cosas es mejor admitirlas».

El consejo que el Pérez Rubalcaba portavoz parlamentario tenía para Aznar podría dárselo ahora al Pérez Rubalcaba ministro y a sus compañeros de viaje que ayer, ante las informaciones de GARA, volvieron a echar mano del manual de desacreditar la fuente en lugar de recordar que «esas cosas es mejor admitirlas». Volvieron a decir que a este diario no hay que creerle cuando en el pasado no tuvieron duda de la verosimilitud de lo que publicaba.

Diego López Garrido miente cuando dice que en el PSOE no creyeron nunca la documentación sobre la tregua de 1998 que publicó GARA. Ayer, después de que el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, dijera que es «urgente» que José Luis Rodríguez Zapatero aclare el contenido de sus «reuniones, conversaciones y negociaciones» con ETA y avisara de que el apoyo y lealtad del PP al Gobierno necesita la «generación de un mínimo clima de confianza», el portavoz del PSOE, López Garrido, reiteró que el partido de la oposición «se resiste» a cambiar su estrategia de «utilizar el terrorismo para combatir y debilitar» al Ejecutivo al creer más «lo que dice una banda terrorista» que un Gobierno democrático.

Según López Garrido, GARA es un medio «cercano al mundo de ETA», que con estas informaciones persigue «impedir la unidad de los demócratas frente a los terroristas azuzando al PP». Y, a continuación, sacó a colación las actas de las reuniones entre el Gobierno español y ETA de 1999 que este diario publicó el 1 de mayo de 2000, para, tras leer algunas citas textuales, asegurar que «todo esto que se publicó no lo creímos nunca».

La afirmación del portavoz parlamentario del PSOE choca de frente con la hemeroteca. Entre el 29 de abril y el 4 de mayo de 2000 GARA ofreció diversas informaciones e hizo públicos documentos de las negociaciones de la tregua de 1998, entre los que figuraba el acta de la reunión con el Gobierno español y otras con PNV y EA. El PSOE nunca dudó de su credibilidad. El 29 de abril, el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, acusaba al PNV de «mentir a todo el mundo. Ha intentado mentir a ETA, al Gobierno de la Nación, al PSOE y hasta a sus propios militantes». El 1 de mayo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Luis Martínez Noval, destacó que la documentación publicada por GARA «deja a Ibarretxe en muy mal lugar». Al día siguiente, el responsable de política autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, dejaba claro que creía más a este diario (o a ETA, si López Garrido lo prefiere así) que a PNV y EA cuando aseguró que «no son creíbles las explicaciones en torno a que no suscribieron acuerdos con EA antes de la tregua».

Por cierto, GARA volvió a publicar el acta de la reunión entre ETA y el Gobierno el 7 de marzo de 2006, después de que José María Aznar hubiera dicho en la convención del PP que no se abordaron contenidos políticos.

Entonces José Antonio Alonso era ministro del Interior. Ahora lo es de Defensa. Ayer, preguntado por las informaciones de GARA, respondió que el diálogo con ETA quedó «destruido y enterrado» por las peticiones «delirantes de la organización», y añadió que «lo que publique o deje de publicar ese periódico no le voy a hacer ni el más mínimo comentario, es un periódico que a mi no me merece ninguna credibilidad». Sin embargo, aquel 7 de marzo, cuando el acta publicada por GARA volvía a estar en boca de todos, el mismo José Antonio Alonso dijo que en el Ministerio no había quedado constancia de aquella reunión, por lo que se remitía a «la tarea de reconstrucción histórica objetiva que han hecho los medios de comunicación».

Hasta José Luis Rodríguez Zapatero ha echado mano de informaciones de GARA. El 6 de junio de 2006, al hilo de la actualidad de aquellos días, este diario recordaba una información que había dado en exclusiva en mayo del año anterior con los detalles de la reunión entre representantes del Gobierno de Aznar y representantes de Herri Batasuna que se había producido en una localidad de la provincia de Burgos el 11 de diciembre de 1998 y que José María Aznar había ocultado durante meses.

Al día siguiente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizó la información sobre esa reunión para responder en el Senado al portavoz del PP, Pío García Escudero.

Los datos de este diario sobre el encuentro de Burgos tampoco pasaron desapercibidos para el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. El pasado 20 de octubre incluía en su página web el segundo capítulo de su «Trilogía de la memoria» titulado «¿Se rendía el PP ante ETA?». Allí, Blanco hablaba de la reunión de los enviados del Gobierno de Aznar con HB y citaba sus fuentes: «GARA en mayo de 2005».

Tampoco al coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, le vendría mal hacer memoria antes de tratar de desacreditar a este diario. Ayer, Llamazares dijo conceder «nula credibilidad» a las informaciones de GARA sobre las reuniones entre el Gobierno de Zapatero y ETA. Según aseguró, dichas informaciones son «una propaganda» de ETA hacia su «colectivo» para «justificar» el atentado de Barajas, defendió la necesidad de que estas «interpretaciones» de la banda terrorista no dividan a los partidos políticos.

Llamazares debería revisar en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados su intervención en el pleno del 6 de junio de 2006. En ella no sólo atacó al PP hablando de «la reunión que parece que nunca existió» con Otegi de la que GARA informaba ese mismo día, sino que utilizó repetidamente frases textuales de los representantes de ETA y del Gobierno español en la reunión de 1999 que sólo figuran en las actas publicadas por este diario.

Como puede comprobarse, la credibilidad de GARA no está en duda, sobre la que tienen algunos dirigentes políticos, que cada cual saque sus propias consecuencias.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo