El Sindicato Médico de Euskadi (SME) y Osakidetza han logrado un preacuerdo, que no ha desactivado la jornada de huelga que la Federación de Facultativos de Hospital de Euskadi ha llamado para hoy. El texto deberá ser refrendado por los médicos de Osakidetza y ratificado en la mesa sectorial y su alcance temporal llega hasta finales de 2009.

Osakidetza señaló que el preacuerdo sitúa las condiciones laborales y salariales de los médicos «en el primer lugar de todos los servicios de salud del Estado» y el SME dijo que propiciará «una solución duradera» a las principales demandas del colectivo.

El preacuerdo recoge un incremento de la plantilla hasta finales de 2009, al menos, en 188 plazas de médicos de atención primaria y 200 de atención especializada y salud mental, así como una disminución de la población asignada a cada médico de familia (hasta el máximo de 1.500 personas por facultativo) y «la sustitución de todos los médicos ausentes». Incluye mejoras retributivas y situará a Osakidetza, según el SME, «en puestos de cabeza del Sistema Nacional de Salud» en cuanto al pago de la hora de guardia, que pasará a ser retribuida acorde con la hora ordinaria. Asimismo, se generalizaría el complemento de exclusividad para todos los médicos.

En materia de carrera profesional, prevé un sistema de evaluación de toda la vida profesional del médico y un grupo de trabajo que estudie las modalidades para su aplicación al personal interino.

El preacuerdo no satisface las demandas de la Federación de Facultativos de Hospital de Euskadi y la Asociación Complejo Hospitalario Donostia, que mantienen la huelga y pedirán la dimisión de Gabriel Inclán. Consideraron que se vive «el inicio de una crisis del modelo sanitario público gigantesca».

ELA, por su parte, criticó las negociaciones fuera de la mesa y acusó a la Administración de tener una estrategia «de parcheo y de división de colectivos».

Subrayó que la autoconcertación puede ser «un paso previo» a la privatización de las consultas de Atención Primaria en el horario de tarde, en referencia a los 7 euros que cobrarán los médicos por cada paciente que atiendan fuera de su horario y los 5 euros que recibirán cuando atiendan pacientes de otros compañeros que estén ausentes.