GARA > Idatzia > Kultura

«Blade Runner», un clásico que a los 25 años de su estreno aún busca versión definitiva

El rodaje y la producción de «Blade Runner» fue un infierno, su estreno un estrepitoso fracaso, pero la película de Ridley Scott tomó vuelo en la celebración su décimo aniversario.

Eliseo GARCÍA NIETO | MADRID

Su producción fue tal infierno que su muy perfeccionista director aún sigue afinando una versión definitiva, pero lo cierto es que «Blade Runner» cumplió ayer 25 años convertida en un clásico cuya sombría visión del futuro volverá a generar chorros de oro con su reedición conmemorativa en DVD.

Y es que «Blade Runner» fue, tras su estreno el 25 de junio de 1982, un fracaso en EEUU, pues sólo recaudó en las salas catorce millones de dólares -la mitad de su presupuesto-, pero su apabullante éxito en el recién nacido mercado del vídeo doméstico la erigió en uno de los productos más lucrativos de la Warner. «Warner Brothers me dijo que es su película más solicitada, después de 'Casablanca'», declaraba en octubre al diario británico «The Times» su director, Ridley Scott, quien anunció también un reestreno a lo grande este año en Los Ángeles.

Una explicación al éxito en vídeo y DVD es que la cantidad y calidad de las imágenes que ofrece la película es tanta que muy pocos suelen conformarse con ver sólo una vez esta mezcla de cine negro y ciencia ficción protagonizada por Harrison Ford en uno de sus mejores papeles. Rodada en decorados humedecidos por la lluvia y la neblina que caracterizan esta película en la que apenas se ve el sol, «Blade Runner» unió bajo una hipnótica banda sonora de Vangelis el alma caótica de Nueva York, Londres, Bangkok y Hong Kong en un diseño visual mil y una veces imitado desde entonces y bautizado como ciberpunk, mezcla de tecnología y marginalidad existencialista.

Tan deudora de la imaginación del dibujante Moebius como del film «Metrópolis» (1927), de Fritz Lang, la película se sitúa en 2019, mucho después del 1992 propuesto por el visionario escritor Philip K. Dick en su novela «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» (1968), en la que se basa muy libremente el guión. «Blade Runner» nos ofrece «uno de los entornos ficticios visualmente más elaborados que se han creado nunca; cada plano está lleno a rebosar con una obsesiva acumulación de detalles», recalca Paul M. Sammon. Este periodista recibió en 1981 el encargo de una revista de seguir el primer rodaje en EEUU de Scott. Sammon fue así testigo privilegiado del fascinante proceso de creación de lo que acabó siendo una obra maestra, que le obsesionó hasta el punto de dedicar quince años a elaborar uno de los mejores libros existentes en torno al cine, «Futuro en negro» (1996).

Apodado «la Biblia de Blade Runner», el libro se hace eco de la muy tensa relación que tuvieron durante el rodaje Scott y Harrison Ford, quien se sintió abandonado por el director a la hora de modelar su papel de policía encargado de exterminar a un grupo de androides. La actriz Sean Young tampoco tuvo buenas vibraciones con Ford, hasta el punto de que una escena en principio amorosa acabó generando tal violencia física y psíquica que el productor Michael Deeley la definió como «la violación del pasillo».

DISEÑO VISUAL

Rodada en decorados humedecidos por la lluvia y la neblina, «Blade Runner» unió una hipnótica banda sonora de Vangelis a un diseño visual una y mil veces imitado.

RODAJE

El rodaje fue muy tenso. Harrison Ford se sintió abandonado por el director a la hora de modelar su papel, y la actriz Sean Young tampoco tuvo buenas vibraciones con el actor.

Scott fue despedido por sobrepasar el presupuesto y obligado a cambiar el final

El perfeccionismo de Scott, que muy a menudo le llevaba a rodar decenas de tomas de un mismo plano, soliviantó al equipo técnico, que adoptó la costumbre de vestir camisetas con lemas despectivos hacia el cineasta. Pero los más turbulentos para Scott fueron los financieros, que no sólo le despidieron por sobrepasar el presupuesto, sino que en ningún momento se mostraron convencidos de que la película resultara comprensible. Un miedo que afectó al propio Scott cuando, tras los pases previos, el público se quejó por considerar la película enrevesada y pesimista. Todo ello llevó a tomar una polémica decisión: eliminar un plano onírico que Scott creía fundamental, incluir una locución explicativa a cargo de Ford y alterar el final. Y así habría quedado «Blade Runner» de no ser porque a comienzos de los 90 el hallazgo de una copia con el montaje original y su casual proyección en un pase generó una oleada de entusiasmo popular que llevó a su reestreno. Ahora se anuncia una caja con al menos tres de las cinco versiones existentes.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo