Txetxu Aurrekoetxea Director General de IHOBE
Por una información veraz
Es de difícil explicación cómo sin tener ninguna comunicación con la persona sujeto de la noticia, se pude anatematizar, mediante la colocación de flechas, en este caso hacia abajo, como hace algún periódico estatal con distribución en nuestro país. No se pueden hacer idea del daño personal, familiar y profesional que noticias de prensa pueden provocar, teniendo el convencimiento de que son falsas, aunque estén dentro de un recurso judicial. Para tomar decisiones de este calibre, y más cuando la noticia es radicalmente falsa, un buen profesional de la comunicación debería consultar a las partes, en definitiva comprobar la veracidad o no de la noticia.
Antes de nada indicar que este tema viene ya de lejos, habiendo sido sobreseído en dos ocasiones por un juez que entendió que con la información aportada al caso no existía ilegalidad alguna. Bien es verdad que ahora otra juez reabre el caso, y con la «nueva información» que posee, y según su «leal saber y entender», lo que hace es estimar el recurso de apelación interpuesto por tercera vez por Lur Maitea, es decir, no se ha juzgado, ni resuelto nada.
Todo lo que en el juzgado haya que decir y hacer, supongo serán los responsables jurídicos que el Gobierno Vasco, establezca para el caso, los que den contestación y defensa al respecto. Lo que deseo por medio de este escrito es indicar con la mayor rotundidad que de todas las actuaciones llevadas a cabo por IHOBE Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco bajo mi dirección general, en casi doce años en el cargo, ninguna se ha ejecutado de manera ilegal.
El caso que nos ocupa, la planta para la destrucción del residuo de HCH denominado puro y la celda de seguridad para tierra, contaminadas por residuos industriales en general y residuos de la fabricación del lindane en particular, han tenido todas las licencias precisas para llevar a cabo tales actuaciones. Estudios de Impacto Ambiental, licencias de obra, de actividad, permisos de vertido a cauce en zona mareal... fueron obtenidos antes del comienzo de las obras. Todo ello acompañado de la ayuda inestimable de la Comunidad Europea, que vio con buenos ojos esta actuación modélica y que financió con la nada despreciable cifra de 38 millones de euros.
Y digo modélica en el mundo, porque la UNESCO, cuando a tenido que llevar a cabo una obra de similares características, en concreto en la «Ciudade de Meninos» en Rio de Janeiro (Brasil), en sus pliegos de condiciones literalmente establece que: «Devido ao quadro que se põe em tela, este Termo de Referência basear-se-á na experiência existente na Espanha, especificamente no País Basco, relatada pelo órgão ambiental daquela região-IHOBE, (Sociedad Publica de Gestión Ambiental).
A solução dada ao problema de solos contaminados por HCH, no País Basco,ocorreu por meio da construção de célula de segurança nas localidades de Loiu e Barakaldo.
Os casos de sucesso apresentados no País Basco, que pelas suas características e proporções podem ser comparados a situação que se encontra em Cidade dos Meninos, estimula a escolha da técnica de encapsulamento como a mais adequada para locais com solos contaminados por compostos organoclorados». Mayor respaldo técnico y político a las actuaciones ambientales llevadas a cabo en el País Vasco difícilmente se podrán obtener.
Para demostrar fehacientemente una parte de mi actuación personal en este caso, tomo el punto segundo de los razonamientos jurídicos establecidos en esta estimación del recurso que dice: «...sino también tierras contaminadas con dicho elemento que habían extraído en el año 1995 de la excavación del Centro Comercial Max Center en las que había una concentración del mismo elemento que, según las muestras tomadas, no presentaba diferencias sustanciales con las de los residuos en estado puro y que permanecieron en el lugar hasta el año 1991, en el que se procedió a su traslado a la celda de seguridad que había construido en el monte Argalo».
En primer lugar indicar que será un error de mecanografía cuando se indica el año 1991 como fecha de traslado de los residuos generados en 1995 a la celda. Fue el 4 de junio de 2001 cuando llegaba a la celda el primer camión de tierras contaminadas, por lo que fue entre esta fecha y la de finalización, el 22 de noviembre de 2002, cuando se trasladó, no sólo el suelo contaminado almacenado en Idanor, sino también los suelos contaminados de las dos empresas Bilbao Chemical e Idanor y todas las demoliciones efectuadas. Nunca han sido 150.000 m3 como viene indicándose en diferentes medios. La cifra total fue de 79.940 m3 incluyéndose suelos contaminados de estas dos empresas, las demoliciones y los suelos procedentes de las cimentaciones de Max Center que en ningún caso superaron los 10.000 m3.
Lo más importante, al menos para mí, es demostrar mi no responsabilidad de parte de los hechos que tan enrevesada y maquiavélicamente se denuncian. La excavación de las cimentaciones de Max Center, donde apareció suelo contaminado con residuos de HCH, fue realizada entre noviembre de 1993 y enero de 1994, por tanto el traslado, almacenamiento y confinamiento se produjo en esos días. Supongo que será fácil constatar la fecha del comienzo de la prestación de mis servicios como director general de IHOBE el 7 de febrero de 1995. Por lo que difícilmente yo he podido tener responsabilidad al respecto de tales operaciones.