Colectivos ecologistas reivindican un debate público sobre Lemoiz
Al cumplirse 25 años de la paralización de las obras de la central nuclear de Lemoiz por la oposición ciudadana, las organizaciones ecologistas Eguzki, Ekologistak Martxan, Talaia y Txipio Bai han suscrito un documento en el que, entre otros aspectos, reivindican la apertura de un verdadero debate público y participativo que desemboque en la determinación del futuro de las instalaciones que persisten en la cala de Basorda, rechazando cualquier proyecto energético.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
El futuro de la cala de Basorda, donde se encuentran las instalaciones de la fallida central nuclear de Lemoiz, no acaba de aclararse a pesar de las informaciones periodísticas y declaraciones de representantes institucionales y de Iberdrola. Ante este panorama, los colectivos ecologistas Eguzki, Ekologistak Martxan, Talaia y Txipio Bai han suscrito un documento que trata de socializar este debate huyendo del oscurantismo actual.
Estas organizaciones rechazan que este lugar de la costa vizcaina sea ocupado en los próximos años por una central térmica de gas de ciclo combinado, tal y como planea el Gobierno español. El Ministerio de Industria anunció en febrero el inicio del proceso de subasta de los terrenos, aunque aún no se ha convocado.
La compañía Iberdrola, la antigua propietaria de los terrenos a la que el Ejecutivo español le ha primado en las últimas décadas con el establecimiento de un canon por el consumo de energía eléctrica para «amortizar» el fallido proyecto nuclear, mantiene un derecho de tanteo en este proceso.
Los ecologistas exigen la apertura de un debate «público y participativo» que desemboque en la determinacion del futuro de las instalaciones de la central. «Lemoiz no es un proyecto energético más, tiene componentes históricos y sociológicos que lo hacen especialmente sensible; no se puede abrir de nuevo esa herida y menos echarle sal si el futuro de la cala de Basorda viene de la mano de Iberdrola», subrayan.
Consideran importante que se aclare el futuro, ya que no se puede mantener el «agujero negro» que es este paraje natural de la costa vasca en los diferentes planeamientos urbanísticos en vigor. Joserra Bilbao, de Txipio Bai, mencionó la «amputación brutal e injusta» que supuso la construcción de la central nuclear en Basorda, que es prácticamente irrecuperable por el daño ecológico causado.
El proceso participativo que se abra -según indicó Alberto Frías, de Eguzki- tiene que asegurar el respaldo popular expreso a la decisión final que se adopte. Estos colectivos solicitan la paralización del proyecto de construcción de una central térmica de ciclo combinado «porque contribuiría con sus emisiones a incrementar el cambio climático», remarcando la oposición ciudadana a estas infraestructuras energéticas en Euskal Herria, como son los casos de las plantas de Boroa (Bizkaia) y Castejón (Nafarroa).
Eguzki, Ekologistak Martxan, Talaia y Txipio Bai rechazan que Iberdrola tenga derecho de tanteo en la subasta de los terrenos de la central de Lemoiz, como contempla el Ministerio español de Industria. Su apuesta es por que esas 117 hectáreas sean de titularidad pública para el uso y disfrute de la ciudadanía.
Auditoría independiente
Los grupos ecologistas solicitan que se efectúe una auditoría independiente respecto de la totalidad de las cantidades abonadas por los usuarios de las compañías eléctricas con cargo al 3,54% de la venta de energía, así como a las cantidades percibidas por las empresas, «en especial Iberdrola», por la venta de equipos y componentes de las centrales.
Frías afirmó que las instalaciones de la central nuclear de Lemoiz «han sido pagadas y más que pagadas, por lo que no debe existir ese derecho de retracto». Resaltó, además, que estiman imprescindible que se hagan públicas las cantidades abonadas a las eléctricas por «el dislate que supuso el proyecto de nuclearización».
Los grupos ecologistas rechazan que «se quiera repetir la historia con los mismos agentes» permitiendo que Iberdrola tenga derecho de tanteo en la subasta para la instalación de una central térmica de ciclo combinado.
Eguzki, Ekologistak Martxan, Talaia y Txipio Bai no ocultan su malestar porque se hurte el debate sobre el futuro de la cala de Basorda a la sociedad a la vez que se difunden informaciones interesadas.