El presidente de Bolivia, Evo Morales, tomó ayer el control de dos refinerías compradas por 112 millones de dólares a la compañía brasileña Petrobras -Guillermo Elder Bell, en Santa Cruz, y Gualberto Villarroel, en Cochabamba- y pidió a la Asamblea Constituyente que en la nueva Carta Magna prohíba para siempre las privatizaciones. «Que nunca más vuelvan los vendepatrias. Que nunca nuestras refinerías, nuestros recursos naturales sean entregados a las transnaciona- les», señaló Morales, quien confió en que la Constituyente, en la nueva Constitución, «dé una seguridad, una especie de blindaje, para que nuestras empresas, nuestros recursos naturales, no sean privatizados, como hicieron hasta ahora».