Esta temporada ha aparcado la cuerda, y se está centrando enteramente en el búlder. Ya ha participado en dos competiciones: ganó el Campeonato de Euskadi de Bloque y quedó segunda en el Campeonato de España; ambos, de bloque. Su tercer objetivo será el Campeonato del Mundo a disputar en Avilés el próximo setiembre.

El año pasado, tras dar a luz a Haizea, te vimos competir en dos pruebas: una, en el Dima Rockmaster y la otra, en el Campeonato de Euskadi de dificultad. La verdad es que no fue nada positivo, ¿no?

Fui a Dima por hacer un favor; no había nadie. Y al de Euskadi fue algo parecido. Sabía que no iba a haber chicas, y dije: «vamos, si no se va al garete». No fue nada positivo. Además, en el Campeonato de Euskadi me lesioné, y es que venía de un año sin escalar ni entrenar. Con Eneko escalé hasta los 8 meses, y con Haizea me lo he tomado de otra manera. He ido mucho al gimnasio, he hecho mucho aeróbico, panel... Llevaba desde enero preparándome para el Campeonato de Euskadi de Bloque, para después tener el punch para el Campeonato de España y así conseguir que me llevaran al Campeonato del Mundo.

Tres campeonatos, los tres de bloque. ¿Es una casualidad?

No, no me apetece hacer dificultad. Entrenar bloque con los dos críos es mucho más fácil. Incluso cuando vamos a escalar a roca, lo normal es que hagamos bloque. Es cambiar el chip. Con Eneko cometimos el «error» de querer seguir haciendo lo mismo. Al final te quemas tú, el niño... A Eneko ahora le gusta ir a escalar, hacer sus bloques...

Desde tu primera competición, este año te hemos visto muy suelta y a un nivel muy interesante. ¿Te ha sorprendido?

Pues sí. He pillado la forma muy rápido. En parte, por lo que he hecho durante el embarazo. Quizá me faltaba un poco de fuerza en los dedos, pero físicamente estaba hecha un toro. Le pedí a Ion Gurutz Lazkoz que me entrenara, y me ha pillado muy bien el punto. Entreno dos horas, megacomprimidas, y están dando resultados.

Gracias al triunfo de Aretxabaleta fuiste con la selección de la EMF al Campeonato de España, y conseguiste un meritorio segundo puesto.

Sabía que iba a estar en esos puestos, pero me hubiera sorprendido ganar. El triunfo se lo llevó Sara porque tiene un gran potencial y porque le va el bloque. Además, entrena con Maciá. Yo también entreno, pero dos horas y no tengo tiempo para descansar. Ser segunda en el Campeonato de España está bien para mí, pero para la escalada es triste, ya que compiten pocas chicas.

El bloque en roca no lo tendrás olvidado...

No, antes de quedarme embarazada de Haizea, en Getaria dejé unos cuantos 7c, 8a... a punto. También me apetece viajar por zonas como Albarracín. Tengo ganas de hacer bloques duros, pero no son objetivos realistas. Los objetivos de competiciones sí son más realistas: es un día, una fecha fija, puedo ir... El objetivo principal de este año es el Campeonato del Mundo.

¿Qué tal se llevan las dos pasiones, la de la maternidad y la escalada?

Más fácil sicológicamente con Haizea, y es que por delante está Eneko. De tiempo y demás, igual de chungo. No voy a mentir a nadie: fácil no es, pero imposible tampoco. No valdría sólo para ama de casa. Necesito tener mi tiempo, mis escaladas. Me relajo, lo necesito para vivir. Eso sí, el día a día es duro, porque apenas tengo descansos. Dejo a Eneko en la ikastola, voy corriendo a entrenar, luego recojo a Eneko, les doy de comer en casa... No es broma, no es lo ideal para un entrenamiento de cara a las competiciones. Yo lo he elegido así. Estoy superconforme, todo lo que consiga será la leche.

La motivación para llevar ambas pasiones adelante deberá ser el doble, ¿no? ¿El hecho de ser madre te ayuda mucho, te da más fuerza?

La motivación quizá deba ser el triple. David, mi compañero, me dice que no sería capaz. Las madres tenemos otra cosa. Es mucho más cansado, y de cara a la compe te marca mucho. En el Campeonato de España, y no es para justificarme, Haizea pasó toda la semana sin dormir porque le estaban saliendo los dientes, la noche anterior sólo dormí dos horas, cogí catarro, competí con fiebre... Y quedé segunda. Eso me motiva: ser madre, que es una cosa que no podía dejar de serlo, y seguir siendo escaladora.

Ser madre me ayuda. Te da seguridad saber que estás siendo capaz de hacer cosas. Parece que tienes un hijo y lo tienes que dejar; pues no. No vas pensando que eres menos que otras: ahora soy la madre de Eneko y Haizea.

¿Crees que las que apostáis por ser madre y escaladoras deberíais tener más ayuda, o sólo se debe considerar una opción personal, y punto?

Según cómo lo mires. Tuve una beca del Gobierno Vasco, pero me la quitaron por estar embarazada. Yo no exijo que me traten igual, pero pido que me ayuden a corto plazo. En unos deportes se ayuda y en otros no. Y en la escalada la llevamos clara. Me parece mal e injusto.